La salida Extramuros que se llevó a cabo los días pasados fue en realidad una delicia, desde la
carretera pudimos admirar maravillosos paisajes con una vegetación hermosa, nos divertimos en Los Azufres atendiendo y permitiendo que las aguas azufrosas hicieran lo propio, pero ante todo la diversión de embarrarnos de lodo, por la noche la narración de leyendas nos llevó a recorrer Morelia y puntos en donde estas historias fueron relacionadas, al día siguiente los basamentos de Tzintzuntzan nos dejaron maravillados, el encontrar este lugar lleno de una gran cultura y remontarnos en la imaginación a esas épocas en donde la época prehispánica, la época de la Independencia y la Revolución tienen para compartirnos grandes historias y grandes héroes, así como grandes enemigos, en esta bella zona arqueológica en donde se puede admirar el lago de Pátzcuaro, en Santa Clara del Cobre el Museo nos esperaba para observar piezas ganadoras de concursos y pudimos también observar el forjamiento de cobre, y saber de la gran fuerza que se necesita para golpear este metal, en Morelia visitamos un templo que es una belleza, y en verdad un patrimonio de la humanidad, el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe posee una portada barroca, cuya construcción se inició en 1708 y se concluyó en 1716.
El magnífico interior de la iglesia fue decorado por el artesano local don Joaquín Orta en 1915, en cuyo trabajo se observan sorprendentes formas producto de una técnica que combina la tradición indígena de la escultura en barro con el trabajo europeo de yesería. La combinación es una reinterpretación del rococó francés, pero con el colorido y los motivos ornamentales propios de México, también visitamos una tienda de ricos dulces típicos, el espectáculo de la Catedral se vivió después de su hora, cosa que permitió al grupo secarse de la tremenda lluvia que nos atrapó, los que lo disfrutaron pudieron apreciar la pirotecnia e iluminación sobre la hermosa Catedral, a las ocho de la mañana del día domingo un recorrido en tranvía por Morelia nos esperaba, disfrutamos de explicaciones y bellos lugares que hacen que confirmemos porqué Morelia es un pueblo mágico, además de tener premios de la escoba de oro porque en verdad todo lo que recorrimos en Michoacán se encontraba espléndidamente limpio, Janitzio nos esperaba y ahí llegamos, los más valientes llegaron a la cima de este lugar mientras los demás disfrutaban de una bebida refrescante admirando el lago de Pátzcuaro, la lluvia nos jugaba bromas, pero aún así parte del grupo recorrió las calles empedradas de Pátzcuaro, la casa de los once patios, la Catedral de este pintoresco pueblo, definitivamente nos quedamos con ganas de más, cito las palabras de uno de los asiduos asistentes a estas salidas: “nos estamos convirtiendo en una gran familia de viaje, ya los extraño cuando regreso”, así que estén preparados para futuros paseos, gracias por la confianza de viajar con nosotros.
