Guillermo Winer, uno de los dos últimos sobrevivientes del Holocausto que vive en La Paz, Bolivia,

encabezó el homenaje realizado con motivo de un nuevo aniversario de la Kristallnacht (La noche de los cristales rotos) que se dio del 9 al 10 de noviembre de 1938, cuando en la Alemania nazi se atacó a judíos y se quemó sinagogas y negocios de la comunidad.

El hecho que marcó el inicio de la Segunda Guerra Mundial fue recordado con un acto en el cementerio judío de la capital boliviana y contó con la presencia de embajadores de siete países, encabezados por el representante de Alemania.

“Señores, lo que tenemos que hacer todos nosotros, todas las naciones, es evitar que un desastre, una masacre, que un Holocausto se repita, no sólo contra los judíos, sino contra cualquier otro pueblo o etnia”, convocó con voz firme el hombre que junto a sus padres encontró asilo en Bolivia hace más de 80 años, huyendo del horror de la guerra.

Por su parte, en declaraciones a la Agencia de Noticias AJN, el presidente del Círculo Israelita de Bolivia, Ricardo Udler, resaltó que “son 80 años de este pogromo y esta historia nos enseña a no olvidar como la primera premisa del pueblo judío”.

“Y segundo debemos aprender a convivir, dialogar, ser tolerantes y saber conciliar porque solo así tendremos paz duradera entre los pueblos”, agregó el dirigente comunitario.

En tanto, según consignó el diario Página 7 en su sitio web, durante la ceremonia realizada en el cementerio judío, el encargado de Negocios de la Embajada de Alemania, Adrian Seufert, afirmó que “tenemos que aprender de cómo un conflicto que surge de retóricas, de límites traspasados, de la intolerancia ante lo diferente y ajeno puede llegar a la catástrofe”.

Asistieron a la conmemoración, los embajadores y representantes diplomáticos de España, Italia, Rusia, Estados Unidos, Inglaterra, Francia y Canadá.

Winer reflexionó sobre la llamada Noche de los cristales rotos. “No sé quién le puso ese nombre, porque lo que ocurrió esa noche tiene más trascendencia de la rotura de vitrinas de negocios judíos; esa noche los nazis, maldita sea su memoria, se sacaron la careta y mostraron su verdadero espíritu. Quemaron en Alemania y Austria más de cien sinagogas, detuvieron a más de 15,000 judíos y mataron a cientos”, sostuvo.

En su intervención, Winer, quien vivió en Viena, relató que los nazis “hacían que las mujeres vistieran sus mejores ropas y con cepillos de dientes les hacían limpiar las calles”.

“El mundo no se dio cuenta”, agregó con un gesto de dolor.

Fuente: www.agenciaajn.com

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