La situación en la Franja de Gaza constantemente es foco de los titulares

internacionales.

Las dificultades y necesidades son fuente de reportajes y artículos. Sin embargo, pocos son los medios que se atreven a decir una simple verdad: Israel es el país que más se ocupa de la situación en la Franja de Gaza.

Para realmente entender lo que sucede, es importante destacar dos puntos claves. En primer lugar, la Franja de Gaza está gobernada por el grupo terrorista Hamas. El liderazgo terrorista ha demostrado en repetidas oportunidades que su interés por el desarrollo de su agenda terrorista es mayor que su interés por el bienestar de los habitantes de Gaza.

En segundo lugar, debemos recordar que Gaza comparte sus fronteras con dos países. La mayor extensión fronteriza es compartida con Israel, que ha habilitado dos cruces fronterizos con Gaza, uno de ellos para peatones y otro para mercancía. Los puntos fronterizos israelíes trabajan continuamente durante todo el año y permiten el cruce de aproximadamente 750 camiones de mercancía todos los días y 1 500 cruces entre Israel y la Franja de Gaza. Por otra parte, Gaza comparte frontera también con Egipto que ha implementado una política de cierre casi total con Gaza por miedo a la infiltración de terroristas del Hamas a la Península del Sinai.

Ayuda diaria de Israel a Gaza

Kerem Shalom, el cruce de mercancía que une la Franja de Gaza con Israel, es quizás la herramienta más importante del Mecanismo de Reconstrucción de Gaza (GRM por sus siglas en inglés). El GRM fue implementado por la ONU, la Autoridad Palestina e Israel luego de la Operación Margen Protector en 2014. En el mecanismo de estableció el proceso que debía ser seguido para completar la reconstrucción de los daños causados por la operación y la responsabilidad de cada uno de los actores.

Desde el inicio del GRM, Israel ha coordinado la entrada de más de 5 millones de toneladas de materiales de construcción a la Franja de Gaza para reconstruir y reparar las casas y edificios que fueron afectadas durante Margen Protector. Adicionalmente, Israel ha promovido acuerdos y proyectos internacionales con el objetivo de desarrollar la economía interna de Gaza. Fue así como hace unos meses Gaza retomó la producción metal, frutas, vegetales y carnes para exportar a todo el mundo. Tanto es así que, el año pasado, durante la época en la que, según la religión judía la tierra no puede ser cultivada, muchos vegetales para uso interno israelí fueron producidos por Gaza y consumidos en Israel.

Además de la ayuda en temas de desarrollo, Israel ha mantenido su compromiso humanitario con el pueblo civil de Gaza y coordina miles de tratamientos médicos cada año. En la primera mitad del 2016, más de 9 900 gazatíes han recibido tratamiento médico en Israel. Adicionalmente, Israel se ha dado a la tarea de desarrollar el sector de la salud en Gaza, llevando a cabo decenas de cursos de preparación médica cada año.

El enemigo del pueblo de Gaza

Todos los esfuerzos israelíes por ayudar al pueblo de Gaza encuentran siempre un mismo obstáculo: el grupo terrorista Hamas. Los terroristas no desperdician una oportunidad para abusar de las medidas israelíes y explotarlas para uso terrorista. El último mes, Israel descubrió que el Hamas había estado utilizando los fondos donados por la comunidad internacional a la ONG World Vision para construir bases terroristas y comprar armamentos. Ocho millones de dólares que debían ser dedicados a la compra de alimentos, reconstrucción de viviendas y construcción de grandes proyectos, fueron robados por los terroristas que, entre otras cosas, aprovecharon las donaciones para aumentar los salarios de sus funcionarios y construir bases terroristas.

Lo mismo ocurrió con los fondos de la organización para el desarrollo de la ONU UNDP. Y ocurre a diario cuando el Hamas trata de infiltrar terroristas disfrazados de personas que requieren tratamiento médico o aprovechan los beneficios que tienen los comerciantes dentro de Gaza para infiltrar material bélico.

El dilema de Israel

Toda esta situación nos lleva a una clara pregunta: ¿Por qué Israel sigue abriendo sus puertas? Israel se ha convertido la nación que más se preocupa por los civiles de Gaza. Sorpresivamente, es el gobierno israelí el que intenta frenar al Hamas con una mano, mientras con la otra intenta impulsar el desarrollo de iniciativas civiles en Gaza. En un lado de la balanza se encuentra la seguridad inmediata de los ciudadanos israelíes, que se ve amenazada a diario por el Hamas. En el otro, el bienestar general de la región, que depende de fortalecer a la sociedad civil y debilitar a los extremistas y terroristas. Por ahora, Israel ha sabido mantener el balance y crear una situación relativamente segura para todos. Sin embargo, con el Hamas avanzando y explotando cada vez más las iniciativas israelíes, el futuro es incierto.

Fuente: www.unidosxisrael.org

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