En febrero de este año, Jaime Sevilla recibió el Premio Maguen David 2022.

Es la primera vez que se entrega este reconocimiento a una persona fuera de la Comunidad Maguen David, pero el señor Sevilla, de la Comunidad Sefaradí, ha hecho grandes acciones por todos los miembros de la Comunidad Judía de México. Durante la conversación con CDInforma, habló sobre lo significativo de esa distinción que es resultado de la trayectoria del trabajo voluntario en pro de la seguridad en la Comunidad. Sevilla es de manufactura cedeísta ya que en una época de su vida como él dice se la pasaba aquí todo el día, y entiende el sentido de lo que es trabajar con vocación de servicio. Su pasión deportiva le llevó por diversas disciplinas, pero el Frontenis es uno de sus favoritos.

– ¿Qué significado tiene para usted recibir ese premio que otorgan en Maguen David?

– La verdad es que para mí fue un gran honor recibir este premio, siendo la primera persona de otra Comunidad en obtenerlo. El trabajo que he estado haciendo desde 1981 es de índole intercomunitaria, ayudando a personas de todas nuestras Comunidades. Es muy gratificante que Maguen David haya reconocido de esta manera mi labor. Yo pertenezco a la Sefaradí y ahí he recibido otras distinciones. Me otorgaron el premio que se le da a las personas que han trabajado en las mesas directivas por un tiempo prolongado. En este caso, el Maguen, es un reconocimiento que significó mucho para mi familia, ya que ellos sufren las consecuencias del tiempo que dedico a mi trabajo.

– ¿Cuáles son los antecedentes que le impulsaron a fortalecer la seguridad comunitaria?

– Como siempre lo dicho el Dépor forma parte de mi vida. Aquí he estado desde pequeño y sé lo que es el trabajo de voluntario en la Comunidad. Luego de estar en Israel por Ajshará, a mi regreso a México me incorporé a Bitajón y ahí empezó todo.

– ¿Qué lo inspiró a formar el Comité de Acción Social y dedicarse por completo a la seguridad comunitaria?

– En 1997, yo estaba dentro de Bitajón cuando aumentaron los secuestros en México. En ese momento, decidimos separarnos de Bitajón y crear Acción Social, una organización que en colaboración con las autoridades ve por la protección de nuestra Comunidad en casos de secuestros, extorsiones y amenazas. Logramos obtener un asiento en la junta directiva del Comité Central y nos enfocamos exclusivamente en la violencia. Me encargué de crear todos los grupos de asesoramiento a la gente y llevar a cabo las operaciones necesarias.

– Sin duda, el impacto de su trabajo ha sido en beneficio de toda la Comunidad, es un trabajo complejo y difícil, pero alguien lo tiene que hacer…

En Acción Social quisiéramos que no hubiese problemas. Desafortunadamente la inseguridad es un problema extendido en nuestro país. Nosotros estamos al pendiente todo el día; iniciamos con dos voluntarios y hoy tenemos más de 60 personas que colaboran. Este grupo trabaja sin descanso todo el día para ayudar a combatir estos problemas.

– ¿Qué retos ha enfrentado en su labor de protección comunitaria, y cómo ha superado esos retos?

Atendemos alrededor de ocho o nueve casos diarios de personas que se comunican con nosotros. Tenemos cinco líneas telefónicas disponibles en Acción Social para que la gente nos contacte. Nos mantenemos vigilantes de la actividad delictiva en nuestra zona y trabajamos en conjunto con las autoridades sin intervenir en su labor. Elaboramos manuales de manera constante, proporcionando información a la gente sobre qué hacer y qué no hacer en caso de extorsiones o de problemas en viajes por carretera. Uno de nuestros principales desafíos es reducir el índice de criminalidad.

Tratamos de crear conciencia en las personas sobre cómo comportarse de manera discreta en ciertos lugares, no ostentarse, no divulgar información confidencial en sus hogares y no revelar datos sobre sus hijos, escuelas, pertenencias, negocios, etcétera. Este es nuestro trabajo diario y siempre nos esforzamos por reducir los niveles de delincuencia que afectan a la Comunidad. Además, es fundamental trabajar de la mano con las autoridades en temas de seguridad. El compromiso es denunciar los delitos, colaborar en la identificación de los responsables y trabajar para que sean detenidos. Juntos, podemos trabajar en un ambiente seguro y pacífico para todos.

– Su labor altruista coincide con aspectos fundamentales que realizan los Voluntarios en el CDI, ¿qué mensaje daría acerca de esa perspectiva generosa de Acción Social?

– Creo que es muy importante la pertenencia a una comunidad o institución, ya que esto puede fomentar el sentido de voluntariado e integración a un grupo. En mi experiencia personal, pasé mucho tiempo en este Deportivo hasta altas horas de la noche y eso me dio un sentido de pertenencia. En mi Comunidad, siento la pertenencia a ser judío, no sólo a la Institución en sí. Este sentido puede motivar a las personas a ser voluntarios y ayudar a los demás. Todos podemos ser voluntarios si así lo deseamos. Cuando nos enfrentamos a un problema y pedimos ayuda a nuestra Comunidad, esa persona se convierte en un voluntario. A veces hay personas que no expresan la camiseta de voluntario, pero en realidad están dispuestos a ayudar.

Lo importante es siempre estar dispuestos a ayudar a los demás, lo que hacemos en Acción Social, sin esperar nada a cambio.

Lo que ha sido de gran ayuda es la unión que tenemos en la Comunidad. Contamos con un Comité Central donde se toman las decisiones y se comunican al resto de las Comunidades en la zona. Esta unión ha sido clave en nuestro éxito, ya que cuando necesitamos acudir a alguna autoridad, lo hacemos en representación de toda la Comunidad Judía de México. Esto nos permite ser vistos como una Comunidad organizada y tener respuestas más rápidas de las autoridades.

// Mauricio C. Guzmán

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