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Cuando la propaganda saca tarjeta roja al fútbol

Centro Deportivo Israelita, A.C.

A todos los seres humanos nos motiva la realización de nuestras necesidades básicas. Hay muchas formas de categorizar estas necesidades, una de las más claras es la que habla de cuatro grandes grupos de necesidades: 1) de subsistencia (tener un techo, comida, ropa); 2) de bienestar (buen sueldo, aparatos/gadgets que brindan comodidad, recreación); 3) de libertad (de pensamiento, de expresión, de movimiento); y 4) de identidad (cultural, nacional, religiosa).

Distintas personas priorizan de manera diferente las necesidades de acuerdo a su importancia o urgencia. Para muchos el bienestar va por encima de todo, pero otros prefieren centrarse en la identidad o la libertad. Esto es válido a nivel universal para todos los seres humanos.

Para pasar de la teoría a la práctica, podemos revisar lo que sucedió en el contexto del partido de fútbol que tradicionalmente juega la Selección de Argentina contra la de Israel previo a cada Copa del Mundo. En lugar de un partido amistoso más previo al mundial de Rusia 2018, el juego programado para el 9 de junio transitó a una dinámica de conflicto. El tenso clima político que se comenzó a generar en torno al juego orilló a la Asociación de Fútbol de Argentina a cancelar el partido. 

El actual gobierno de Israel (particularmente la ministra de Cultura y Deportes, Miri Regev) tiene una actitud ultranacionalista y populista e intenta utilizar toda ocasión para mostrar que Israel es el lado fuerte y víctima del conflicto, y que los palestinos son los agresores-terroristas-intolerantes-etcétera. Esta situación volvió a ocurrir con respecto al partido Israel-Argentina. En lugar de dejarlo fluir como un amistoso deportivo, Regev se entrometió, ejerció presión política para cambiar la sede de Haifa a Jerusalem, hizo diversas declaraciones públicas respecto al significado nacional del partido, y, encima de todo, ayudó al empresario organizador con la venta de las entradas (a tal punto que los empleados del ministerio ‘decidieron por voluntad propia’ devolver unas 200 entradas que recibieron de regalo, antes de que la corte los consignara por una demanda de transparencia).

Después de que el Gobierno israelí usó el evento deportivo como parte de la propaganda política del conflicto con los palestinos (lo que entendemos como hasbará) la dirigencia palestina también se metió en el ruedo y empezó a ejercer su contra presión al respecto. La decisión de la selección argentina (justo durante un gobierno argentino súper proisraelí) de cancelar es una forma de los argentinos de decir: “zafamos: no nos metan en el medio”.

Esperemos que las autoridades israelíes aprovechen para reconsiderar sus actitudes de un ultranacionalismo arrogante, y que las autoridades palestinas aprovechen esto para darse cuenta que con presión no-violenta podrán lograr resultados aún más significativos que por la vida violenta.

Pero conociéndolos...

*Mario Schejtman nació en Argentina, vivió algunos años en México y desde hace tres décadas vive en Jerusalem. Es fundador y director general de la ONG Challenge. Tiene veinte años de experiencia en la dirección de proyectos y organizaciones de sociedad civil en Israel. Entre ellas el Centro israelí por la Promoción de la Justicia Social, Ecowave – Comunidad Ecológica en Línea, Más allá de manejar el conflicto israelí-palestino. Demostrando la efectividad de un enfoque de Transformación Social sensible a los conflictos, entre otros. En el pasado coordinó proyectos académicos y fue asistente de investigación en la Universidad Hebrea de Jerusalem y en el Instituto Van Leer de Jerusalem, en temas referidos a los Derechos Humanos, las Identidades Colectivas, la Historia y Filosofía de las Ciencias y demás. Tiene una maestría en Ciencia Política por la Universidad Hebrea de Jerusalem y diversas capacitaciones en Análisis y Transformación de Conflictos, Tecnologías de Participación, Coaching Personal-Familiar-Empresarial, y otros.

Challenge es una organización israelí no gubernamental (ONG) y sin fines de lucro. La visión de Challenge es contribuir a que la sociedad en Israel – y todos los subgrupos que la componen – sea más inclusiva y menos violenta a través de la difusión del novedoso enfoque de Transformación de Conflictos. Challenge ofrece vías innovadoras y eficientes de encarar conflictos, a nivel personal, grupal o social, con la ayuda de la creatividad, la empatía y la no violencia. Los procesos de trabajo de Challenge están basados en teorías académicas, orientados por nuestra visión y encaminados a la acción práctica. (www.challenge.org.il).