Entre amplias sonrisas y manitas sucias por las diversas actividades, los Campamentos de Verano CDI tuvieron un feliz cierre.

En un recorrido por las instalaciones veíamos pequeñines satisfechos. Muchos de ellos estuvieron con nosotros las cuatro semanas, todos se fueron contentos. La jornada incluía deportes, talleres, eSports y mucho más. Sin duda, el verano ha sido estupendo, basta recordar cómo, en nuestras tres sedes, los niños fueron los reyes. Luego de cuatro semanas intensas, el viernes 12 de agosto terminaron los Campamentos de este año. Fueron semanas magníficas donde, los niños y niñas, vivieron al máximo las actividades que les teníamos preparadas. Tanto en el Dépor como en Punto CDI Monte Sinai y en Colegio Olamí ORT, la diversión y el compañerismo fueron la constante. Podemos decir con satisfacción, ¡misión cumplida!

 Dicho por todo mundo, los Campamentos son una de las mejores experiencias para los niños de la Comunidad. Este año ha sido de reencuentros y sorpresas al por mayor. Tal y como comenta uno de los profesores, “volver a vernos y sentir que los niños se conectan entre ellos ha sido muy satisfactorio”. Cualquier visitante notaba de inmediato que algo estaba pasando en nuestras tres sedes; y es que las actividades empezaban muy temprano y no había forma de no verlos. Las distintas actividades tenían un tono diferente a las formales. En los Campamentos la idea principal es pasarla bien, integrarse, redondear su formación en un entorno sano, divertido y con la oportunidad de conocer nuevos amigos.

 En las actividades físicas, veíamos cómo los grupos recorrían las instalaciones siguiendo a su instructor. A diferencia de una clase donde además de la disciplina, el trabajo físico y el espíritu de triunfo, en estas cuatro semanas todo fue más relajado. Expertos en distintas áreas prepararon actividades no formales acompañadas de canciones y juegos. Tal como se diseñó, no se trataba de tener “entretenidos” a los niños, sino que se trabajaron otros objetivos como el compañerismo, el respeto y la identidad de cada uno de los pequeños. Nos vamos satisfechos porque los niños se conectaron con un proceso enteramente vivencial de crecimiento y maduración.

 Las actividades al aire libre les mostraron a los chicos que hay otra manera de complementar su formación. De entrada, los papás de ahora que alguna vez estuvieron en los Campamentos traían a sus hijos con mucha emoción. Encontrar a un Dépor pletórico, otra vez lleno de vida trajo muchos recuerdos. El eje de los Campamentos son los niños que en ocasiones asisten por primera vez y se van encantados. Aquí encuentran nuevos amigos que a la larga fortalecerán los lazos comunitarios. Desde las diferentes sedes, las opciones presentadas dejaron un grato sabor de boca. ¡Nos vemos el próximo año! 

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