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El guardián del mar
Título: “El guardián del mar”
Categoría: Infantil B
Género: Cuento
Seudónimo: La bailarina del mar
Mayan era una actriz famosa, admirada en todo el país por sus películas y obras de teatro. David, en cambio, era un empresario millonario que había construido su fortuna con esfuerzo y creatividad. Se conocieron en una gala benéfica y, desde el primer saludo, sintieron algo especial. Después de un tiempo de conocerse, se enamoraron profundamente y decidieron casarse en una ceremonia hermosa, rodeados de amigos, música y flores.
Su mejor amiga, Sofía, estuvo a su lado todo el tiempo, junto con Make y Daniel, quienes eran amigos cercanos de David desde años atrás. Todos celebraron felices el comienzo de esa nueva historia.Para su luna de miel, Mayan y David escogieron viajar en un barco privado que los llevaría por el océano hacia un lugar tranquilo y romántico. El agua era tan azul que parecía un espejo, y el cielo estaba despejado como si el mundo los bendijera.
Pero al tercer día de viaje, una espesa neblina cubrió todo el mar. Las olas comenzaron a golpearse con furia y un rugido profundo salió desde las profundidades. De pronto, una criatura gigante emergió del agua: un monstruo marino con ojos luminosos y escamas oscuras. No atacó, pero rodeó el barco como si los estudiara. David y Mayan, asustados pero valientes, decidieron nadar hasta una isla cercana antes de que una ola enorme los derribara .La isla era misteriosa y silenciosa, llena de árboles altos, rocas antiguas y animales desconocidos. Mientras exploraban, descubrieron piedras talladas con símbolos que hablaban de un antiguo poder. Con el tiempo entendieron algo sorprendente: la isla no atrapaba personas al azar, sino que elegía a quienes tenían un corazón fuerte, valentía, amor y espíritu de lucha. El monstruo marino no era un enemigo, sino el guardián que los había llevado porque los consideró dignos.
Pasaron semanas, luego meses y finalmente años. Tuvieron cuatro hijos: Karen, Galit, Jacobo y Alan, quienes crecieron aprendiendo a vivir libres entre la naturaleza.
Sofía, Make y Daniel se negaron a creer que estaban muertos. Al ser figuras públicas, organizaron conferencias de prensa, entrevistas en televisión, marchas, publicaciones en redes sociales y campañas para exigir que se siguiera la búsqueda. Se reunieron con autoridades, marinos y periodistas. Aunque las noticias hablaron del caso por un tiempo, con los años la gente empezó a perder la esperanza. Muchos pensaban que habían fallecido, pero sus verdaderos amigos jamás dejaron de esperarlos.
Veinte años pasaron desde aquel viaje.Una mañana, mientras los niños jugaban cerca de la orilla, un barco grande apareció en el horizonte. Era un barco de expedición. Los marineros vieron humo saliendo de una fogata y se acercaron con curiosidad.
Cuando Mayan y David escucharon los silbatos del barco, supieron que había llegado el momento. Tomaron sus pocas pertenencias y a sus cuatro hijos y se acercaron a la playa.
Los tripulantes se sorprendieron al ver a una familia vestida con telas hechas a mano y collares de conchas. Cuando escucharon sus nombres, no lo podían creer.
Subieron al barco y dejaron atrás la isla que los había protegido, probado y transformado.Durante el viaje de regreso, las niñas hablaron con su madre.
—Mamá —preguntó Karen—, ¿por qué ese monstruo no nos comió?
—Porque no era malo —respondió Mayan—. Era un guardián. Nos llevó a donde debíamos estar.
—¿Y tú querías volver? —preguntó Galit.
Mayan sonrió suavemente.
—Quería que supieran que no estábamos muertos. Y quería que ustedes conocieran el mundo de donde venimos.
Al otro lado del barco, los niños hablaban con su padre.
—Papá —dijo Jacobo—, ¿tú eras rico de verdad?
—Sí —respondió David con una risa leve—, pero en la isla aprendí que la riqueza no siempre se mide con dinero.
Alan preguntó:
—¿Y tendremos amigos allá?
—Muchos —aseguró David—. Y una vida nueva juntos. Mayan explicó:
—La isla nos eligió porque vio lo que había en nuestro corazón. El guardián del mar solo lleva allí a quienes merecen una nueva oportunidad.
David agregó:
—No fuimos prisioneros, fuimos escogidos. Cuando el barco llegó al puerto, una multitud los esperaba. No había rezos ni ceremonias religiosas, sino periodistas, cámaras, carteles de bienvenida, entrevistas en vivo y gritos de emoción. Habían pasado tantos años que muchos pensaban que todo era una leyenda.
Sofía, Make y Daniel corrieron hacia ellos llorando y riendo al mismo tiempo. No solo habían recuperado a sus amigos, también descubrieron que el mundo no siempre entiende los misterios que el mar guarda.
Desde entonces, algunos pescadores dicen que en ciertas noches una sombra enorme nada cerca de la costa, silenciosa y paciente, como vigilando que su elección haya valido la pena.
