
La misma se llama “El libro de los nombres”, posee 4.8 millones de nombres de los seis millones de muertos y páginas en blanco que simbolizan los que aún no se recuperaron.
“Cuando vi el libro me sentí abrumada porque el libro informa que vivieron, respiraron, soñaron y fueron asesinados”, dijo Bronia Brandman, una sobreviviente de Auschwitz de Polonia que localizó los nombres de su familia en las páginas.
La pantalla mide más de dos metros de alto y más de ocho metros de largo. Los nombres se ordenan alfabéticamente y se imprimen en las hojas gruesas con información básica sobre las víctimas como año de nacimiento, ciudad natal y lugar de muerte
La exhibición se instaló en la entrada de la sede mundial de la ONU en Manhattan esta semana antes del Día Internacional de Conmemoración del Holocausto el viernes. El libro se presentará oficialmente el jueves en un evento con el secretario general de la ONU Antonio Guterres, el presidente de Yad Vashem Dani Dayan, y el enviado de Israel ante la ONU Gilad Erdan.
“Esta importante exposición es un llamado a la memoria: recordar a cada niño, mujer y hombre que pereció en el Holocausto como un ser humano con un nombre y un futuro que le fue arrebatado”, dijo Guterres en un comunicado. “Es un llamado a la acción: a estar siempre alerta y nunca permanecer en silencio cuando los derechos humanos y la dignidad humana están amenazados”.
Yad Vashem tiene una base de datos en línea con todos los nombres de las víctimas. Pero el libro proporciona algo tangible, que permite a las personas encontrar los nombres de sus familiares en sus páginas o comprender mejor la inmensidad de la pérdida. El monumento físico complementa y completa la base de datos en línea, según Avram. Hay una iteración anterior del libro en el museo de Auschwitz.
“Nunca tendremos todos los nombres porque no hay documentación. Los nazis no estaban interesados en documentar sus crímenes”, concluyó Avram. “Cada nuevo nombre que conmemoramos es una pequeña victoria contra los nazis. Los estamos sacando del olvido”.
La ONU y Guterres se han pronunciado regularmente contra el antisemitismo. Pero también los criticaron por los prejuicios en el organismo mundial el año pasado después de que dos investigadores de Israel hicieran declaraciones antisemitas. Ambos permanecen en sus cargos y no han enfrentado repercusiones de la ONU. Por último, la exhibición permanecerá en la ONU y abierta al público hasta el 17 de febrero. Luego se irá para Yad Vashem en Jerusalem.
Fuente: Aurora
