El 29 de enero, un tiroteo en la mezquita de Sainte-Foy en la ciudad de Quebec, Canadá, dejó seis muertos y muchos más heridos. Ante esto, el Museo del Holocausto de Montreal emitió un mensaje de solidaridad con la población musulmana canadiense.
“Un ataque contra personas reunidas en oración pacífica es un asalto islamofóbico que nos concierne a todos. Expresamos nuestra más profunda condolencia a las familias de las víctimas, a las personas de la fe musulmana y a todos los quebequenses”, escribió el Museo. Además, destacó que “el asesinato de personas inocentes a causa de su fe es un ataque a los valores que nos son caros, incluida la libertad de religión y de expresión religiosa, la igualdad de derechos y protección de las minorías y, en particular, la santidad de la vida humana”.
Este ataque se ha perpetrado en un contexto en el que se ha vuelto legítimo difundir la intolerancia y el odio, un mundo que ataca a las minorías y normaliza una mentalidad de ‘nosotros y ellos’. La declaración también incluyó un llamamiento a la acción para promover la comprensión y el respeto por ‘la humanidad fundamental que nos une a todos’.
Las autoridades de la ciudad arrestaron inicialmente a dos hombres después del ataque, Alexandre Bissonnette y Mohamed El Khadir, pero han divulgado desde entonces que solamente Bissonnette se mantiene como sospechoso.
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, ha calificado el tiroteo como un ataque terrorista contra los musulmanes. El ataque a la comunidad musulmana de Quebec se produce justo un día después de que Trudeau, en respuesta a la prohibición de inmigración dirigida por Donald Trump, prometió a los posibles inmigrantes que “los canadienses le darán la bienvenida, sin importar su fe. La diversidad es nuestra fuerza”.
El primer ministro de Quebec, Phillipe Couillard, hizo eco del mensaje de inclusión de Trudeau después de los ataques: “Quiero decir unas palabras a nuestros compatriotas de confesión musulmana de Quebec. Estamos con ustedes. Están en su casa, son bienvenidos en su casa. Somos todos los quebequenses”.
Fuente: www.itongadol.com.ar