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El niño beisbolista
El niño beisbolista
Infantil B.
Zaga.
Esta es la historia de un niño que se llama Daniel.
Daniel va en la escuela Or Hajaym, tiene 10 años y le encanta jugar béisbol, es un niño muy inteligente.
Daniel tiene una meta y esa meta es llegar a las grandes ligas de béisbol.
Hace unas noches, Daniel se fue muy emocionado a dormir por que el domingo jugaría la copa CDI.
La copa CDI es un torneo donde vienen equipos representativos de otros estados de la república a competir por el primer lugar del torneo.
Daniel era muy bueno en este deporte y tenía confianza en sí mismo, se sentía inspirado por sus entrenadores, pero sobre todo confiaba en el fuerzo y tiempo que había pasado entrenando.
No podía dormir de los nervios y emoción, pero sin darse cuenta el cansancio lo venció.
De pronto Daniel se vio a sí mismo, esperando su turno al bate, no podía creer lo que estaba pasando.
Cuando observó su ropa vio que tenía el uniforme original de los Padres de San Diego, con el número 23, el entrenador le anunciaba que se aliste para pararse al plató.
Sentía mucho nervio de poncharse en la zona de bateo.
El estadio estaba lleno, el color blanco con rosa y verde se distinguía entre la porra y se escuchaba con fuerza.
“VAMOS DANIEEEEEEL “
A Daniel le temblaban las piernas, Shohei Ohtani sería el pícher de este encuentro, Daniel caminaba hacia la zona, Ohtani lo veía a los ojos, Daniel escuchaba al público, moría de miedo y de pronto Ohtani hace su primer lanzamiento, Daniel abanica y es su primer strike en las grandes ligas.
De pronto, un silencio total en el estadio, Daniel ve a Ohtani, Ohtani ve a Daniel y sale el segundo pitcheo y de pronto Daniel con la fuerza de gigante pega un cuadrangular y presenta el Grand Slam de la noche y todos gritan “¡Daniel! ¡Daniel! ¡Daniel!”
Y de pronto, Daniel como si estuviera flotando corre por la base y a lo lejos se escucha la voz de su mamá “Danieeeeeeel, ya párate, se te va el camión”.
Y Daniel con una gran decepción en se despierta triste de que solo fue un sueño, pero feliz de la experiencia que sintió.
Hoy él sabe que ese fue un sueño, pero tiene seguro que si es constante y disciplinado lo va a lograr.
Yo le voy a Daniel.
