Esa es una visión de Israel de Arik Shtilman, fundador y CEO de la startup fintech Rapyd
(valorada en mil millones de dólares, por Pitchbook).
Él dice que los muchos empresarios del país están formados por la misma mentalidad que logró forjar Medio Oriente en el siglo XX.
Israel es una fábrica de emprendedores exitosos y, aparte del cofundador de WeWork, Adam Neumann, la mayoría es noticia por razones positivas.
Se estima que Israel produce 1.400 nuevas empresas cada año a partir de una población de aproximadamente 8,5 millones, según Aharon Aharon, CEO de la Autoridad de Innovación de Israel, una agencia gubernamental.
Y según Tech Aviv, una red para empresarios israelíes, el país cuenta actualmente con 25 grandes «unicornios». Eso incluye las startups que fueron fundadas por israelíes pero que tienen su sede en otros lugares, como WeWork.
Solo Tel Aviv tiene la mayoría de las nuevas empresas per cápita fuera de Silicon Valley, según un informe de Startup Genome.
Hasta el 30 de agosto de este año, se habían invertido casi 2,3 mil millones de dólares en 153 acuerdos para nuevas empresas israelíes, según PitchBook.
En otras palabras, esta nación pequeña produce éxitos tecnológicos descomunales.
Las nuevas empresas israelíes notables incluyen la aplicación Via para compartir viajes, la aplicación de mensajería Viber, la aplicación de mapas Waze, propiedad de Google, y la app de viajes, Gett. La plataforma independiente israelí Fiverr se hizo pública en junio de 2019, y la plataforma de software Monday.com se convirtió en la nueva cabeza del año.
¿Por qué el país es un centro de innovación tan implacable?
Para comprender mejor las fuerzas que impulsan a los líderes empresariales del país hay que entender los tres bastiones nacionales: El ejército de Israel, las FDI; Una cultura de total confianza; Un ecosistema en crecimiento para apoyar a nuevos emprendedores.
Fuente: agenciaajn.com