El teléfono suena mucho

Categoría: Infantil A
Seudónimo: El espía del teléfono

Había una vez, una clase con muchos niños un poco inquietos y su maestra daba clases interesantes para que los niños estuvieran atentos.

La maestra tenía un teléfono color negro con una funda rosa, siempre lo tenía dentro de su bolsa, pero el teléfono sonaba mucho, sonaba cada vez que le escribián; sonaba y sonaba sin cansarse, sonaba todo el tiempo.

Un día así de repente, nos dimos cuenta que no sonó para nada, ni un mensaje, ni una llamada, el teléfono dejó de sonar por todo un día. Cuando pensábamos que tal vez no había llevado la maestra su teléfono, justo un instante antes de terminar la clase… El teléfono sonó, echamos todos a reir, en verdad todos esperábamos ese momento desde el inicio del día.

Al día siguiente, hicimos una apuesta con la maestra, le dijimos que sí el teléfono no sonaba en todo el día, ella nos pondría diez en todos los exámenes. La maestra se quedó pensativa y nos dijo, – Acepto -.

Al día siguiente, todos estábamos calladitos, esperando el momento en que el teléfono sonara, las horas pasaban y la victoria estaba cerca, si el teléfono no sonaba, tendríamos diez en todos los exámenes. De repente escuchamos la música que indicaba el final del día y también indicaba la victoria, así que la maestra nos puso diez a todos en todos los exámenes.

A la mañana siguiente el teléfono no sonó de nuevo y entonces la maestra pensó que se había descompuesto su teléfono y por eso no sonaba, el teléfono no volvió a sonar hasta el último día de clases que sonó y desde ese momento los niños quedaron que no volverían a hacer apuestas.

Sin embargo, los niños hicieron otra apuesta ahora con su Moré, le dijeron que apostaban a que el teléfono no sonará en el resto del año. Pero el último día del año, el teléfono sonó y sonó, no paró de sonar y los niños perdieron la apuesta.

Desde ese momento, los niños comprendieron que es mejor estar concentrados en las clases y aprender, que en el sonido de un celular. Los niños ya no hicieron más apuestas y siguieron estudiando muy felices.

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