Desde inicios del siglo XX se estableció que el cubrebocas

es efectivo para reducir infecciones respiratorias. El uso entre la población general inició hasta la pandemia de 1918. Desde entonces, las investigaciones se han enfocado principalmente en determinar los mejores materiales para su elaboración. Está totalmente demostrado que el uso de cubrebocas disminuye el riesgo de contagio de enfermedades respiratorias virales, incluido Covid-19, comparado a no usarlo. Los cubrebocas evitan el paso de una gran proporción de partículas del virus SARS-CoV-2 protegiendo tanto al portador como al resto de la población al reducir la carga viral a la que se está expuesto, disminuyendo así el riesgo de desarrollar la enfermedad grave de Covid-19. Cuando las personas están en espacios públicos es preferible elegir usar cualquier cubrebocas, a no usar ninguna protección naso bucal. 

Con este análisis concluimos que, según la evidencia, los beneficios del uso del cubrebocas superan los riesgos, por lo que recomendamos el uso de cubrebocas de forma generalizada. Los dos principales beneficios obtenidos por el uso de cubrebocas son: protección personal y protección al resto de la sociedad.

En el CDI, gracias a continuar con estas normas, es que todos juntos hemos logrado reactivar todas las actividades deportivas y culturales, es por lo que deseamos recordar que seguiremos con las normas de nuestro Sistema de Gestión Integral de la Salud, en la que integramos el uso obligatorio de cubrebocas, así como sana distancia y espacios ventilados.

Agradecemos a toda la familia cedeísta por su constante colaboración y la conciencia de que solo así podremos ganar la batalla. ¡Gracias!

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