
Más de la mitad de los habitantes de Israel vivieron en uno de los 96 centros urbanos
considerados “rojos”, o de las 149 localidades “naranjas”. Estos colores pertenecen al sistema adoptado por el país para clasificar a las ciudades según los índices de morbilidad por coronavirus.
Desde ayer, por primera vez desde implementado el sistema que se dio a llamar como “semáforo” ya no hay más zonas “rojas”, y la cantidad de ciudades “naranjas” se ha disminuido considerablemente en Israel.
El ritmo reproductivo básico de la enfermedad llegó en la jornada de ayer al más bajo desde iniciada la pandemia y marcó 0.53. Es decir, por cada dos casos confirmados hoy, se descubrirá solo uno nuevo y de esta forma irán disminuyendo.
La campaña masiva de vacunación comenzó en Israel haya ya tres meses y sus efectos sobre el terreno parecieran ya comenzar a sentirse cada vez con más fuerza.
En la última semana del mes de enero la tasa de positividad se situaba en un promedio diario del 9 por ciento. En la última semana, contrariamente, dos meses después, esa cifra es de 1.5 por ciento, es decir que se redujo el porcentaje de casos positivos.
La disminución de casos nuevos, junto a la alta vacunación en la población adulta, condujo a una importante disminución de los casos de gravedad. El mes de enero en promedio se registraban 133 pacientes de gravedad. En el mes de marzo, esta cifra es menos de la mitad, con un promedio diario de 61 graves.
También se registró una disminución en las muertes diarias. Mientras que en el mes de marzo fallecían promedio 47 personas por Covid-19, durante marzo murieron quince por día.
Con estas cifras de morbilidad, es más fácil cortar la cadena de contagios y tener controlada a la pandemia. Hay menos casos ocultos y la posibilidad de encontrarse con una persona infectada con coronavirus que no tenga conocimiento se reduce en gran medida. Este panorama podrá permitir a quienes diseñan las políticas para la lucha contra la pandemia en Israel recomendar una mayor flexibilización gradualmente.
Desafíos a futuro
Con toda la euforia, aunque cautelosa, que se vive en la calle israelí, y con el temor a que una nueva cepa sea resistente frente a las vacunas, se vive también en el país un enfrentamiento entre los ministerios de Salud y Educación. Desde Sanidad se oponen a la demanda de Educación de cancelar el sistema de cápsulas en la próxima vuelta de clases el próximo lunes, luego de la festividad de Pésaj.
La preocupación en el Ministerio de Salud es por la infección y un rebrote entre los 2.5 millones de alumnos que no están vacunados.
Fuente: agenciaajn
