Javier es un corredor de ultramaratones. Un ultramaratón es una carrera que puede ser desde 50 hasta
más de 200 kilómetros, el año pasado participó en la carrera del desierto de Atacama, en Bolivia, cubriendo una distancia de 160 kilómetros, este año tiene planeado volver a correrla. Él es Shomer Shabat y no le impide entrenar y estar en forma para su próxima carrera.
¿Qué edad tienes?, platícanos de tu familia y ¿a qué te dedicas?
Tengo 47 años, soy Ing. Agrónomo Zootecnista. Tengo dos hijos, Isaac de 14 y Nathan de 10, y mi esposa Laura. Vengo de una familia con un papá deportista, principalmente ciclista de ruta. Me dedico a producir y vender medicamentos veterinarios. Hago ejercicio desde que me acuerdo.
¿Qué deportes has practicado?
Mis inicios en el deporte fueron múltiples como muchos deportistas, empecé con natación, fútbol y tenis. La verdad es que empecé a destacar en tenis y me quedé ahí por más de veinte años. En la adolescencia empecé con el golf y lo sigo cuando puedo. En la prepa y universidad jugué futbol americano y paralelamente estaba en el Equipo Representativo de Atletismo y Tenis. Corría 100, 200 Libres y 110 de Vallas. Y como pasatiempo, bicicleta de montaña, que abandoné hace tiempo.
¿Cuándo empezaste a correr ultramaratones?
¡Uff!, realmente mi decisión es muy reciente, pocos años.
¿Qué ultramaratones has corrido y de qué distancia?
Me gustaría definir que es ultramaratón, por aquellas personas que no lo conocen. Es correr cualquier carrera mayor a 50 kilómetros. Normalmente no son en pavimento, sino en parajes naturales, que pueden ir desde desierto hasta montaña y desde 50 hasta 216 kilómetros sin parar. Aunque hay una modalidad de autosuficiencia de correr por varios días distancias definidas, pero con descansos diarios.
¿Cuál ha sido el más difícil y por qué?
Cada carrera tiene su complicación, no porque sea aparentemente poco, va a ser fácil. Por ejemplo, hay una carrera en Italia que son 50 kilómetros, esa distancia en condiciones normales se haría en 5 o 5.5 horas. El récord de esa carrera son 13 horas. El año pasado fui al desierto de Atacama al norte de Chile, que está considerado el desierto más inhóspito del planeta. Es realmente una carrera muy dura, ya que hay que correr entre piedras, arena tipo Acapulco, salares que son como navajas, dunas, sol, etcétera. Y a eso hay que aumentarle que en el recorrido nos tocaron dos tormentas de arena con vientos de más de 100 kilómetros por hora. ¡Auch, al recibir las piedras que vuelan a esa velocidad!
¿Por qué correr ultramaratones?
Yo creo que en esta vida hay que pasarla de la mejor manera, tanto física, emocional, sentimental, social, religiosa, etcétera. Hace años entendí que todos estos propósitos no se podían cumplir sin una buena base. Estoy convencido de que la calidad de vida que podemos tener en el futuro, depende de lo que hagamos hoy en día. Nadie sabe lo que El Creador nos tiene preparado en el futuro, pero le ayudamos cuidando el cuerpo que nos dio. Y nos alejamos de la zona de riesgo.
Pero regresando a la pregunta, el ultramaratón es una disciplina en la que no solamente es una cuestión física, sino mental. Hay quien dice que el ultra es solamente mental, ya que el cuerpo se entrena. Estoy cierto que la mente también se entrena. Es la mejor escuela para cuando uno mismo quiere flaquear o no seguir el objetivo. En esta disciplina las palabras: “no se puede”, no existen. Y cuando logras quitártelas de la mente, puedes lograr miles de cosas en los otros ámbitos de la vida.
¿Te has sentido mal en alguno con ganas de abandonarlo, qué hiciste para terminarlo?
Cuando uno inicia una carrera hay dos frases que ya no existen: “no se puede” y “voy a abandonar”.
¿Qué es para ti correr?
Correr para mí es poder poner en conjunción diferentes factores como lo es el reto, la satisfacción, la disciplina, el esfuerzo, el contacto con uno mismo, con El Creador, con nuestros propios demonios y vencerlos, con el mundo, con la naturaleza.
¿Cómo te benefició PUNTO CDI MONTE SINAI en tus entrenamientos?
Sí llevo muchos años en el Dépor, y he sido de los desesperados para que en cuanto abran la puerta ponerme a entrenar. Y por razones de tráfico, en cuanto abrió PUNTO CDI MONTE SINAI, me cambié. La verdad es que debería de correr más afuera, pero poder correr en la banda me da la posibilidad de marcar mi ritmo de carrera, pero especialmente poder platicar con la gente. Siempre le digo a la gente que hay una gran diferencia entre hacer ejercicio y entrenar. Hacer ejercicio, desde mi particular punto de vista es perder el tiempo. Entrenar es cuando ya tienes un objetivo claro, una meta que se vuelve tu motor todos los días. Es aquello que te hace levantarte en las mañanas, cuidar lo que comes, en no excederte, etcétera.
¿Qué consejo le darías a alguien que quisiera empezar a correr ultramaratones?
¡Wow!, ¿por dónde empiezo? Back to the basics (regresar a lo básico). Nadie en este mundo ha logrado empezar si no es desde lo básico. Escojan muy bien el calzado, que sea de acuerdo a su tipo de pisada. En este sentido hay miles de lesiones por este tipo de error. Después asesorarse muy bien con alguien que sepa de esta disciplina. En mi camino me encontré con entrenadores que lo que hicieron es llevarme a estar lesionado constantemente, a no disfrutar. Iniciar con carreras de 5, después de 10, luego de 21… un maratón. Lo más importante de correr es llegar a la meta cumpliendo con lo siguiente: terminar sin lesiones, habiendo gozado la carrera y con ganas de hacer otra. Cuando se sufre, no vale la pena hacerla y normalmente es por un mal entrenamiento.
¿Qué opina tu esposa y tus hijos de este deporte que practicas?
Mi esposa siempre ha estado junto a mí, no nada más en esto, sino en la vida. A veces atrás, para empujarme; otras a un lado para gozarlo juntos y otras más, adelante, para que la siga y ponerme el ejemplo. Y mis hijos son mi gasolina, sin ellos no podría correr ni una carrera de 5 kilómetros.
¿Qué ha sido el CDI para ti?
Es la Casa de Todos, ¿no? Para mí ha sido un lugar en donde puedo sentirme pleno en todos los aspectos. El CDI me ha dado la posibilidad de ayudar a la gente, por ejemplo, Luis quien ahora es un buen amigo, el año pasado estuvo en el Reto Fitness. Al terminar se acercó a mí y me dijo que le gustaba correr y que quería que lo entrenara. Hoy en día, no solamente cambió su estilo de vida. A marzo de 2015 ya tiene en su haber la satisfacción de haber hecho un maratón completo y tres medios maratones. Esto es lo que logra el CDI.
¿Qué planes tienes de competencia en el futuro?
Actualmente estoy entrenando para un ultramaratón nuevamente en Atacama, de 160 kilómetros sin parar. Terminando ya me pondré otro desafío.
Alguna anécdota que nos quieras contar de algún ultramaratón.
No es exactamente de un ultramaratón, es de un maratón que hice recientemente como parte de mi entrenamiento. Mi hijo de 10 años corrió conmigo del kilómetro 30 al 33 aproximadamente y después me estaba esperando 200 metros antes de la meta, cuando se incorporó conmigo lo primero que me dijo fue: “Ahora sí, a dar todo, tú puedes, corre como si no hubiera mañana”.
