¡Creen que ser judíos es una
religión, ja! ¡Qué simpáticos!”estas son las palabras de un ponente que tuvimos la oportunidad de escuchar hace unas semanas en el congreso de WUJS (World Union of Jewish Students), palabras que nos dejaron una sonrisa en la boca cuando después de esa frase siguió con “ser judío es ser una familia”. Estas palabras representan perfectamente el sentimiento que recorrió nuestros cuerpos durante todo el congreso. Con 150 personas de diferentes lugares del mundo que antes de conocer ya teníamos en común el hecho de ser judíos, ya éramos una gran familia.
WUJS es la organización paraguas que engloba a las instituciones, uniones y federaciones de estudiantes y jóvenes judíos alrededor del mundo, representándonospolítica y socialmente en distintos foros, y a la cual pertenecen jóvenes judíos de países como Australia, Turquía, India, Inglaterra, Alemania y Rusia, entre muchos otros.
Una vez al año se lleva a cabo un congreso en Israel para reunir a algunos de los líderes juveniles y representantes de todos estos países, y esta vez tuvimos la oportunidad de ir como representantes de FeMeJJ (Federación Mexicana de Jóvenes Judíos). El objetivo del congreso es empapar a sus miembros sobre temas de liderazgo, activismo, judaísmo, además de entender cómo todos estos temas convergen entre sí, y tomar decisiones sobre los proyectos que se realizarán globalmente a lo largo del año.
Fue una oportunidad de abrir los ojos y ampliar el panorama para poder entender y aprender cómo los jóvenes judíos viven día a día en cada uno de los diferentes países, y cómo enfrentan los retos desde las distintas perspectivas. A pesar de que muchos retos son distintos, dependiendo de la ubicación geográfica, hay demasiados que tenemos en común. Por lo tanto, es una forma de unir fuerzas y desarrollar estrategias para poder tomar estos retos, y darle un giro a la historia a nivel local y global.
Como delegados de FeMeJJ regresamos a México motivados y listos para continuar con nuestra carrera comunitaria, haciendo lo que siempre hemos amado hacer. Es importante contagiar a la juventud judía en México, reforzando los valores que tenemos como jóvenes judíos y manteniendo nuestra esencia, al mismo tiempo que involucramos a más jóvenes con la comunidad para que esta sea más fuerte, ya que los jóvenes somos el futuro.
Al congreso fuimos diez activistas juveniles de México, con iniciativa, ganas de aprender y conocer un nuevo mundo de liderazgo. Estando ahí, además de las conferencias y actividades planeadas por WUJS, nosotros quisimos dar algo extra. Constantemente nos sentábamos a platicar, discutir y proponer proyectos y soluciones a las problemáticas que se enfrenta nuestra Comunidad. Aprovechamos todo el conocimiento adquirido, los diferentes puntos de vista nuestros y de los jóvenes de otros países, para de esta manera, lograr propuestas sólidas y que realmente generen los resultados esperados. Al regresar nos volvimos una familia, unida, con ganas de contagiar ese fuego y esa pasión a través de proyectos que acerquen a todos los jóvenes a nuestra Comunidad.
No queda más que invitar a otros jóvenes a no quedarse fuera, a participar con nosotros y formar parte de esta increíble etapa para la juventud, para que de esta manera, podamos devolverle a la Comunidad un poco de todo lo que nos ha dado.