Estamos saliendo de una clase de batería en donde nos invitaron a participar (la dinámica era que nosotros tocáramos también), acompañando a nuestro hijo Michel que comenzó a tomar clases este último periodo.
Yo he tomado clases de guitarra en varias ocasiones en mi vida por periodos de 4 o 5 años y adoro la música. En nuestra casa hay sólo una televisión pero tenemos 4 guitarras, un piano y muchos instrumentos musicales regados por la casa; bongoes pequeños, claves, flautas, un berimbau, etcétera.
Me encanta cuando mis hijos toman algunos de estos instrumentos y aunque sea empíricamente empiezan a tratar de tocar. Procuramos en casa que escuchen más música o que juntos cantemos algunas canciones. Yo siempre he dicho que hay una canción para todo. En todo momento les canto canciones que estén relacionadas con lo que estamos haciendo.
Mi esposa toca el piano y yo la guitarra. Anhelamos retomar nuestras clases ya que las tuvimos que dejar cuando empezó la pandemia, era muy difícil tomar clases online.
Ahora que participamos en la clase con Michel y vemos el desarrollo que tuvo en pocos meses, entendemos perfectamente que ya es su momento de empezar a trabajar con la música con enormes ventajas; les permite utilizar otras partes del cerebro que no se usan todos los días en las actividades normales; les da habilidades motrices y auditivas que son fundamentales para su desarrollo; les permite tener una disciplina intelectual diferente; les abre un mundo maravilloso de posibilidades; les conecta directa o indirectamente con el arte y con otras manifestaciones profesionales.
Estamos felices de haber tomado la decisión de que Michel tome sus clases de música; esperamos que sea una actividad que poco a poco le vaya gustando más y más y agradecemos a todos los maestros de la academia de música del CDI por su entrega y dedicación a preparar y a enseñar a nuestros hijos abriéndoles este mundo increíble.
// Lisa Barron Maya y Eduardo Micha Mizrahi*
*Papás de Michel alumno de SoundCity CDI.