Un nuevo documental Then nuncio and the writer (El
nuncio y el escritor) sobre cómo Hubert Butler y su esposa Peggy salvaron a decenas de judíos austriacos enviándolos a Inglaterra y desde allí ilegalmente a su casa en Bennettsbridge, Kilkenny, Irlanda, fue emitido en Dublin hace pocos días, en un programa que se transmite en RTE One.
Huber Butler, un destacado y conocido escritor irlandés nació en Kilkenny en 1900 y fue educado en Oxford, miembro de una familia protestante. Apoyaba la causa republicana irlandesa y al culminar sus estudios viajó a Rusia para enseñar inglés en Leningrado, ahora San Petersburgo. Después de la Primera Guerra Mundial, Butler se sintió indignado por el sentimiento antisemita existente en Irlanda, que no se redujo con el paso de los años sino que fue en aumento. Un ejemplo fue la declaración de uno de los políticos más populares irlandeses, Oliver J. Flanagan, quien al ser electo por primera vez al Dáil, el parlamento irlandés, en 1943 expresó: “Los judíos crucificaron a nuestro salvador hace 1 900 años y nos han crucificado todos los días de la semana”.
Por su parte Butler escribió: “Yo era tan irlandés como Oliver Flanagan y estaba decidido a que los refugiados judíos vinieran a Irlanda”. Legalmente estaba prohibido en Irlanda el ingreso de los refugiados judíos, disposición que continuó vigente luego de finalizada la Segunda Guerra Mundial. El historiador irlandés Bryan Fanning sostiene que en Irlanda “el prevaleciente antisemitismo llevó a que los judíos fueran identificados como enemigos de la fe y de la patria. Se consideró que la discriminación contra los judíos era de interés público”.
Butler, nacionalista e internacionalista, viajó por toda Europa durante los años de entre guerras, escribiendo sobre lo que vio y fue testigo de la persecución de los judíos por parte del gobierno utacha, títere nazi de Croacia, que contó con la plena colaboración de la jerarquía católica, lo que llamó “una alianza entre la religión y el crimen”, a la vez que consideró que lo que vendría sería peor.
En 1938 Butler y su esposa Peggy viajaron a Austria para realizar su propia acción de salvación de judíos, de los que intentaban huir para no ser enviados a los campos de concentración ya instalados por los nazis. Lo hizo afrontando un importante costo financiero y un gran riesgo personal. Como era lógico Butler fue muy criticado en Irlanda por denunciar la colaboración de la jerarquía católica croata con el gobierno utacha.
Terminada la Segunda Guerra Mundial en 1945, Butler volvió a vivir en Kilkenny hasta su muerte en 1991, donde fue ignorado más allá de su condado de origen, que era el centro de sus operaciones internacionales. De acuerdo a The nuncio and the writer, el papel de Butler en ayudar a los judíos a escapar de los nazis nunca se hubiera difundido si no hubiera sido por la intervención de un joven editor irlandés, Anthony Farrell, quien a principios de los años ochenta, cuando revisaba una cantidad de manuscritos no solicitados por Wolfhound Press, donde trabajaba, le llamó la atención el trabajo de Butler.
Anthony Farrell se retiró de Wolfhound Press y fundó The Lilliput Press y publicó tres colecciones de su obra, mientras Butler todavía estaba vivo y lo relaciono con editoriales de Nueva York, Londres y París. Al publicarse su obra que incluía sus ensayos sobre el antisemitismo que observo en la Europa dominada por el nazismo y su accionar, a los 85 años de edad se lo reconoció como un salvador de aproximadamente cien judíos austriacos.
La filmación del nuevo documental tuvo lugar en Kilkenny y Dublín, Irlanda; Oxford, Gran Bretaña, y varios lugares en Croacia incluyendo Dalmacia, Zagreb y el campo de concentración de Jasenovac. Fue dirigido por un prolífico documentalista que nació en Inglaterra de padres irlandeses, Johnny Gogan, quien afirma en el documental que Huber Butler “consiguió que mucha gente se fuera de Viena, que de otra manera habría muerto”.
Fuente: www.itongadol.com