Elegido usualmente por su valor religioso e histórico, el país ofrece también para los niños una interesante y

variada cantidad de atracciones. Aquí algunas opciones en Tel Aviv y Jerusalem.

“¡Lluvia, lluvia!”. La exclamación de felicidad de Gael contrasta con los rostros no tan contentos de las decenas de turistas que ese martes, un par de semanas atrás, eligieron llegar hasta el Muro de los Lamentos. Son las primeras gotas que caen luego del verano más caluroso que muchos recuerden en Israel y, por eso, motivo de alegría. Quizás, justamente por el anuncio de mal tiempo para ese día, el Kotel —como se conoce al sitio más sagrado para el judaísmo— esté menos repleto que de costumbre. Así que Gael y su madre pueden sentarse sin prisas en blancas sillas de plástico a escribir sus peticiones. Lo mismo hacen una amiga suya con su pequeño hijo, que vinieron del exterior. Minutos después, los cuatro ya doblaron el papel lo más chiquito posible y están listos para esperar que alguien deje un hueco y poder tener su íntimo momento frente al Muro.

Así comienzan un día que seguirá para los viajeros con una estadía muy entretenida para los más chicos. Es que, aunque no esté muy difundido, Israel ofrece una interesante variedad de opciones —más allá de las playas, disfrutables la mayor parte del año, de las plazas, abundantes en cantidad y juegos, y de los kibutz— que hacen al país muy atractivo para el disfrute de los niños.

Jerusalem y alrededores

En 25 hectáreas el zoológico ofrece especies mencionadas en la Biblia, como el león asiático o el oso marrón sirio, y otras en peligro de extinción en todo el mundo, además de atracciones clásicas como leones, elefantes, cebras, monos, cocodrilos y gran variedad de aves.

Su diseño es amigable y permite acercarse lo más posible a los animales. Uno de sus puntos fuertes es el centro de visitantes, construido en madera con forma de Arca de Noé, que alberga un teatro en 3D, un jardín escultórico, exposiciones y talleres didácticos. “La idea del Arca de Noé ha sido adoptada por muchos zoos en el mundo, porque consideramos el zoológico moderno como un lugar donde salvamos a los animales de desastres ecológicos, del mismo modo que Noé salvó a los animales del primero de ellos: el diluvio”, explicó tiempo atrás la portavoz del zoo, Sigalit Hertz. Abre de domingo a jueves de 9 a 17 horas, viernes de 9 a 16 y 30, sábados y vacaciones de 10 a 17. Entre los 3 y 18 años vale 42 shekels y para los adultos 55 shekels.

Si llegó la hora de comer, se puede ir caminando hasta el Malcha Mall, donde hay una variada oferta gastronómica y suelen tener actividades especiales para niños.

Yaffo y puerto de Tel Aviv.

Uno de los sitios más exquisitos para caminar por Israel es Yaffo, el segundo lugar más visitado en el país después de Jerusalem, con cerca de 10 000 turistas al día. Conocido en la antigüedad como la puerta de acceso a la Tierra de Israel, hoy es considerado el puerto más antiguo del mundo. Sus calles empedradas, con subidas, bajadas y muchos recovecos van a estar lejos de aburrir a los más chicos —pueden aprovechar para explicarles que, según la tradición judía, fue fundada por Yefet, el hijo de Noé, después del diluvio— y van a hacer el deleite de los más grandes. A una restauración exquisita de la zona se le suman tiendas de diseño, pintorescos cafés y estudios de artistas.

Yaffo es el inicio de una rambla que atraviesa Tel Aviv desde el viejo puerto, conocida como la Tayelet. Son catorce kilómetros que pueden hacerse a pie, aunque con niños una opción mucho más tentadora son las bicicletas que se pueden alquilar en varios puntos de la ciudad. Si se llega sobre el mediodía, se puede almorzar en el Namal (puerto) de Tel Aviv

Fuente: www.unidosxisrael.org

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