La adolescencia de Montse

Título: La adolescencia de Montse
Categoría: Infantil B
Seudónimo: Colores

Había una vez una niña llamada Montse, quien tenía 11 años. Su pelo era corto color café y ojos verdes. Era un poco seria, pero divertida y le gustaba salir a jugar. Ella iba en sexto grado en la primaria. Aunque su escuela era muy bonita, todos los niños se peleaban y eso a Montse le daba nervios e inseguridad.

Desde pequeña, ella soñaba con ser adolescente porque admiraba a las niñas de su escuela. Creía que siempre se divertían mucho, que podían salir con sus amigas y pasarlo bien.

Después de un tiempo, Montse se volvió adolescente. Al principio, estaba muy feliz, pero sentía un vacío dentro de ella. No le hizo mucho caso, pero ese vacío poco a poco se fue haciendo más grande. Montse empezó a escuchar una voz que venía de su mente y le decía: “Si tú te alejas de ella, te vas a llenar ese vacío”. Montse le hizo caso.

Sus amigas la invitaban a comer con ellas, pero Montse les decía que no; ella prefería quedarse a dibujar en su libreta negra. Al salir de la escuela, sin querer, una niña llamada Clara tomó la libreta negra de Montse. Montse pensó que la había dejado en su locker.

Clara llegó a su casa, abrió la libreta y vio cosas feas y todo negro. La mamá de Clara, llamada Jenny, era psicóloga. Clara le dio la libreta a Jenny, quien la analizó bien y se dio cuenta de que esos dibujos feos y tristes reflejaban cómo Montse veía el mundo. Pero Jenny pensó que seguramente estos dibujos tenían algo bueno. Lo analizó más tiempo y se dio cuenta de que había cosas positivas también.

Jenny gritó: “¡Clara, ven!”. Clara fue de inmediato. Jenny le dijo: “Tienes que ayudarla”. Clara respondió: “Está bien”. Entonces, Clara hizo una libreta igual a la de Montse, pero marcando las partes positivas. Al día siguiente, dejó esa libreta con cosas positivas en el locker de Montse.

Montse vio la libreta, y en cuanto empezó a pintar, se dio cuenta de que podía ver el mundo diferente y más positivo. Después, muchas cosas cambiaron en ella. Montse aprendió que hay que buscar las cosas buenas en las personas y en las cosas.

Montse creció y ayudó a la gente que pasaba por lo que ella pasó. Fin.

 

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