¿Podría ser 2023 el año en que la innovación israelí alcance alturas verdaderamente estratosféricas?

Cuando el módulo de aterrizaje lunar Beresheet de Israel se estrelló en la Luna en abril de 2019, la naciente industria de tecnología espacial israelí no se lamentó.

Al fin y al cabo, el pequeño Israel es uno de los cuatro países que ha llevado una nave espacial tan lejos, y de inmediato se pusieron en marcha planes para lanzar Beresheet 2, con un módulo de aterrizaje y un orbitador, en 2024.

La actitud optimista de Israel ante lo que en naciones más reacias al riesgo se percibiría como un desastre que acabaría con su carrera no es exclusiva de la tecnología espacial, pero es una razón de peso para que 2023 sea el año en que la innovación israelí alcance cotas verdaderamente estratosféricas.

A ello contribuirá en parte la promesa del Gobierno israelí de invertir 600 millones de shekels (unos 180 millones de dólares) en la industria espacial civil durante los próximos cinco años para ayudarla a competir en una economía espacial mundial que Start-Up Nation Central estima en 400.000 millones de dólares.

La financiación, promovida por la Agencia Espacial de Israel, tiene objetivos muy ambiciosos:

Cuadruplicar el número de empleados en empresas de tecnología espacial, de 2.500 a 10.000.

Aumentar el gasto total en proyectos de tecnología espacial de 1.000 a 1.250 millones de dólares.

Aumentar de 120 a 160 el número de investigadores académicos en temas relacionados con el espacio.

Aumentar de 200 a 4.000 el número de estudiantes de secundaria interesados en trabajar en campos relacionados con el espacio.

Incubadoras de tecnología espacial

Por supuesto, el gobierno no puede hacer todo eso por sí solo. Por eso, en los últimos años han surgido inversores privados e incubadoras dedicadas al avance de la tecnología espacial.

Una de ellas, Earth & Beyond, en colaboración con la empresa israelí de telecomunicaciones por satélite Spacecom, ganó el concurso del Gobierno para crear la primera incubadora israelí centrada en empresas emergentes de tecnología espacial.

“Queremos participar en la nueva revolución espacial”, afirma Ofer Asif, director de la incubadora y vicepresidente de Spacecom.

“Nuestra visión es que para 2030 habrá cientos de startups ‘NewSpace’ que darán empleo a 20.000 personas. Grupos como el nuestro seguirán invirtiendo miles de millones en estas empresas”.

 

Astra, de Starburst Aerospace, es otra incubadora de tecnología espacial que opera en Israel, así como en Los Ángeles, París y Singapur.

En Israel imparte un programa de entrenamiento de 13 semanas y otro de aceleración de un año. La directora gerente de Israel, Noemie Alliel, señala que entre las categorías en las que invierte Starburst se encuentran la movilidad regional (incluidos lanzadores y vuelos supersónicos e híbridos); la infraestructura en órbita; y tecnologías facilitadoras como la inteligencia artificial, el aprendizaje automático y la ciberseguridad.

Fuente: Con información de Israel Noticias

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