Lectura de la Meguilá

El sábado 11 demarzo por la noche y el domingo 12 de

marzo durante el día se debe escuchar la lectura de la Meguilá (Rollo de Ester) de un pergamino escrito a mano. Es costumbre hacer ruido con silbatos, matracas y cornetas cuando se menciona al malvado Hamán. 

Caridad

Es un precepto dar dinero a los necesitados durante el día de Purim (domingo 12 de marzo).

Se debe dar caridad a por lo menos dos pobres (por supuesto, cuantos más, mejor). De no encontrar necesitados, se puede cumplir el precepto colocando el dinero en una alcancía de tzedaká.

Envió de comestibles

Durante el día de Purim (domingo 12 de marzo) cada persona (no es suficiente que la familia lo haga) debe enviar mínimamente dos comestibles listos para consumir, a por lo menos una persona.

Se puede enviar a vecinos, amigos y familiares, sin embargo, lo más lindo es entregárselos a enfermos, ancianos o gente sola y necesitada para así, alegrar sus corazones.

Otras costumbres de Purim

Banquete y alegría Este es el precepto sobresaliente de Purim. Durante ese día (domingo 12 de marzo), antes de la puesta del sol, se realiza un gran banquete familiar en el cual se come y se bebe en abundancia.

El medio shekel

Es una tradición dar en el Ayuno de Esther (este año se realiza el jueves 9 de marzo) tres medios shekels para caridad en recuerdo al medio shekel que se daba en la época del Templo de Jerusalem.

Nota: hoy se acostumbra a utilizar tres monedas de medio dólar de plata. En la sinagoga las podrá encontrar, utilizarlas y luego redimirlas por su valor aproximado.

Un mismo pueblo

Cuando los Sabios fijaron esta festividad, pusieron énfasis en preceptos que llevan a la unidad del pueblo y a ayudar a los necesitados: “enviar comestibles cada uno a su amigo y regalos a los pobres”. Con ello contrarrestaron la desunión entre los judíos causal del mal Decreto Divino.

Antes del decreto de Hamán, el pueblo se encontraba desunido. Esto fue justamente lo que Hamán le dijo al rey Ajashverosh: “Hay un pueblo disperso y fragmentado entre las naciones”. Pero, después del decreto de Hamán, el pueblo judío se unió. Y para fortalecer esta unión se fijó esto en los Preceptos de Purim: enviamos comestibles de regalo a nuestros amigos y alegramos a los necesitados.

Alegría con contenido

El precepto central de Purim es la alegría. También otros pueblos tienen días en los cuales la gente se disfraza, bebe y se alegra. Pero, es una alegría sin contenido, y sus consecuencias pueden ser: desbordes desenfrenados, festejos descontrolados y total pérdida del espíritu humano.

En el judaísmo, la alegría está llena de valores y contenidos. Cuando un judío está realmente alegre debe sentir también la necesidad de alegrar al prójimo, por eso enviamos comestibles y llevamos la alegría al corazón de los pobres.

Fuente: www.jabad.org.ar

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