Los países del Consejo de Cooperación del Golfo

(CCG) declararon grupo terrorista al movimiento chiíta libanés proiraní Hezbolá, cuyos efectivos luchan en Siria junto a las fuerzas del régimen de Bashar al Assad.

En un comunicado difundido por el CCG, formado por Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Kuwait, Omán y Bahréin, se expuso la decisión por las continuas acciones hostiles realizadas por los miembros de estas milicias para reclutar jóvenes de los países del CCG para lanzar operaciones terroristas.
El secretario general del CCG, Abdelatif al Ziani, señaló que los seis países tomarán las medidas oportunas para aplicar esta decisión de acuerdo con las leyes especiales que regulan la lucha antiterrorista.

Asimismo, acusó a Hezbolá de practicar el contrabando de armas y explosivos, generar discordias, instigar el caos y la violencia, lo que supone una flagrante violación a la soberanía, la seguridad y la estabilidad de los países del CCG.

En ese sentido, la organización árabe consideró que las prácticas de las milicias de Hezbollah en los países del CCG y las acciones terroristas que efectúan en Siria, el Yemen e Irak se contradicen con los valores, los principios éticos y la legislación internacional.

Además, esta organización regional insistió que las acciones del grupo libanés constituyen una amenaza a la seguridad del mundo árabe.

En junio de 2013, el CCG condenó la intervención de Hezbolá en el conflicto sirio a favor del régimen de Al Asad.

Además, pidió la adopción de medidas contra las personas en los países árabes del Golfo Pérsico que pertenezcan a esas milicias, en lo que se refiere a su residencia y transacciones financieras y comerciales.

Sin embargo, el CCG no había llegado, hasta ahora, al extremo de calificar a Hezbolá como un grupo terrorista.

Hasta el momento, solo Arabia Saudita había declarado, en marzo de 2014, a una organización local de movimiento chiíta: “Hezbolá en el Hijaz”, como un grupo terrorista.

La decisión de hoy se enmarca en un aumento de la tensión entre los países árabes del Golfo y el Líbano, después de que Riad decidiera suspender una ayuda militar por cuatro mil millones de dólares al Líbano, a finales de febrero.

Arabia Saudita tomó esta medida tras acusar al Líbano de no haber condenado los asaltos contra dos legaciones diplomáticas sauditas, en Irán.

Dichas misiones, entre ellas la embajada en Teherán, fueron asaltadas después de que en enero las autoridades sauditas ejecutaran al clérigo chiíta opositor Nimr Baqir al Nimr, lo que desató una crisis entre Arabia Saudita e Irán que ha acabado salpicando al Líbano.

El máximo dirigente del grupo terrorista Hezbolá, el jeque Hasan Nasrallah, criticó a Arabia Saudita en un discurso en el que declaró que el Líbano ha entrado en una nueva fase de conflicto político que (Arabia Saudita) intenta agravar.

“Hezbollah es el problema de Arabia Saudita, digamos las cosas de modo claro, y aceptamos asumir la responsabilidad que esta situación implica”, agregó antes de cargar contra el papel de Riad en los conflictos de Siria, Irak y el Yemen”, dijo Nasrallah.

Fuente: www.aurora-israel.co.il

 

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