Uno de los eternos debates en el mundo del arte respecto al artista es la cuestión de si éste nace o necesita formarse

para desarrollarse plenamente. ¿Es todo cuestión de talento? ¿O puede cualquiera que estudie, con la suficiente constancia, convertirse en el nuevo Salvador Dalí, Diego Rivera, Rafael? Aquí te presentamos la semblanza de tres grandes artistas, en distintas ramas del arte, los cuales estarán bajo la dirección de Rina Rajlevsky, en una entretenida charla, el domingo 31 de mayo, a las 13:00 horas. Vida Yovanovich, fotógrafa Originaria de La Habana, Cuba, reside en México desde 1956. Mexicana por adopción, ha dedicado gran parte de su obra a explorar la vida e identidad de la mujer. Su trabajo es reflexivo e íntimo, nos habla de sus miedos. Los cuestionamientos a través de su trabajo fotográfico no solo se refi eren al deterioro corporal, sino también al emocional que sufrimos los seres humanos. Temas como la soledad, el abandono y el rechazo son una constante en su obra. Su tenacidad y paciencia le han permitido acercarse a entornos difíciles. Su forma de abordar los temas es intensa y profunda. De 1983 a la fecha, ha participado en más de cien exposiciones colectivas alrededor del mundo. Ha expuesto individualmente en México, Cuba, Serbia, Francia, Austria, España, Sudáfrica y Estados Unidos. Su obra fi gura en las colecciones del Museo de Bellas Artes, en Houston (Estados Unidos), Acervo del Consejo Mexicano de Fotografía (México), Casa de las Américas, La Habana (Cuba), Museo de Bellas Artes de Buenos Aires (Argentina), Museo de Artes Aplicadas de Belgrado (Serbia), Ateneo Español de México (México), entre muchas otras. Una de las características que distinguen la obra de Vida Yovanovich es la manera en que vincula fotografía e instalación. Este binomio se ha logrado en muestras como De frente (1997), Gastado el tiempo (1998), Soledades sonoras (2004), Abismo de ausencia (2005), 27 años, 8 meses, 14 días (2008) y Grita en silencio/Memoria que se borra (2014). “Mónica Mayer ha dicho que Yovanovich “no es una fotógrafa que toma su trabajo a la ligera. Sus proyectos van más allá de un producto para exponer o publicar: son compromisos vitales, experiencias que cambian la vida del retratado y de quien retrata. De ahí su fuerza” de cultura del país incluyendo el renombrado Instituto Cultural Cabañas en Guadalajara, y alrededor del mundo, en Nueva York, Boston, Irvine, Palo Alto, Berkeley, Nueva Orleans, Seattle, Ohio, Suiza, Monte Carlo, Budapest, Hungría y París. Desde 1996 es nombrada miembro del Salón de la Plástica Mexicana, participando desde entonces, en cinco exposiciones colectivas bajo el auspicio de dicha institución. Su trabajo ha sido publicado en diversos libros, revistas y catálogos. Ejemplos de su trabajo tanto de diseño como ilustración son el libro Rasgando el tiempo, los judíos extraños en la casa, la revista Horizontes (en 2008, 2009, 2010, 2011); el libro Tierra para echar raíces, entre otros. Ha recibido premios y reconocimientos internacionales de los cuales destaca: Aguascalientes 1991 y 1995 (concurso Arte Joven con mención honorífica); y el primer lugar, en el concurso de fotografía Museo Judah L. Magnes, Berkeley, California, en el año 2000. La obra de Claudia Nierman se encuentra en colecciones públicas y privadas alrededor del mundo.

Vida Yovanovich, fotógrafa Originaria de La Habana, Cuba, reside en México desde 1956. Mexicana por adopción, ha dedicado gran parte de su obra a explorar la vida e identidad de la mujer. Su trabajo es reflexivo e íntimo, nos habla de sus miedos. Los cuestionamientos a través de su trabajo fotográfico no solo se refi eren al deterioro corporal, sino también al emocional que sufrimos los seres humanos. Temas como la soledad, el abandono y el rechazo son una constante en su obra. Su tenacidad y paciencia le han permitido acercarse a entornos difíciles. Su forma de abordar los temas es intensa y profunda. De 1983 a la fecha, ha participado en más de cien exposiciones colectivas alrededor del mundo. Ha expuesto individualmente en México, Cuba, Serbia, Francia, Austria, España, Sudáfrica y Estados Unidos. Su obra figura en las colecciones del Museo de Bellas Artes, en Houston (Estados Unidos), Acervo del Consejo Mexicano de Fotografía (México), Casa de las Américas, La Habana (Cuba), Museo de Bellas Artes de Buenos Aires (Argentina), Museo de Artes Aplicadas de Belgrado (Serbia), Ateneo Español de México (México), entre muchas otras. Una de las características que distinguen la obra de Vida Yovanovich es la manera en que vincula fotografía e instalación. Este binomio se ha logrado en muestras como De frente (1997), Gastado el tiempo (1998), Soledades sonoras (2004), Abismo de ausencia (2005), 27 años, 8 meses, 14 días (2008) y Grita en silencio/Memoria que se borra (2014). “Mónica Mayer ha dicho que Yovanovich “no es una fotógrafa que toma su trabajo a la ligera. Sus proyectos van más allá de un producto para exponer o publicar: son compromisos vitales, experiencias que cambian la vida del retratado y de quien retrata. De ahí su fuerza”.

Claudia Nierman, fotógrafa Nació en 1965, en México, DF. Se graduó de la licenciatura en Diseño Gráfico en la Universidad Iberoamericana de Ciudad de México. Posteriormente, obtuvo su maestría en The Basel School of Design, Suiza. Paralelamente a su quehacer como diseñadora gráfi ca, Claudia tiene una carrera de más de 25 años como fotógrafa y docente en el área de fotografía y diseño. Ha impartido clases desde 1988 en diversos planteles tanto en México como en el extranjero. Entre ellos, destacan la Universidad ITESO de Guadalajara, en el Boston Art Institute de Lesley University en Boston, MA, Universidad Iberoamericana, Universidad Anáhuac y Centro. Por su obra fotográfica, desde 1987 ha sido invitada a participar en un sinnúmero de exposiciones en varios museos y casas de cultura del país incluyendo el renombrado Instituto Cultural Cabañas en Guadalajara, y alrededor del mundo, en Nueva York, Boston, Irvine, Palo Alto, Berkeley, Nueva Orleans, Seattle, Ohio, Suiza, Monte Carlo, Budapest, Hungría y París. Desde 1996 es nombrada miembro del Salón de la Plástica Mexicana, participando desde entonces, en cinco exposiciones colectivas bajo el auspicio de dicha institución. Su trabajo ha sido publicado en diversos libros, revistas y catálogos. Ejemplos de su trabajo tanto de diseño como ilustración son el libro Rasgando el tiempo, los judíos extraños en la casa, la revista Horizontes (en 2008, 2009, 2010, 2011); el libro Tierra para echar raíces, entre otros. Ha recibido premios y reconocimientos internacionales de los cuales destaca: Aguascalientes 1991 y 1995 (concurso Arte Joven con mención honorífica); y el primer lugar, en el concurso de fotografía Museo Judah L. Magnes, Berkeley, California, en el año 2000. La obra de Claudia Nierman se encuentra en colecciones públicas y privadas alrededor del mundo.

Bernardo Rubinstein, dramaturgo y director escénico Nace en la ciudad de México, es investigador, dramaturgo y director escénico. Se tituló como licenciado en Artes escénicas en New Port University y United States Open University. Es Maestro en Teatro físico por las Universidades de Surrey y Royal Holloway del Reino Unido. Residente de varios proyectos de intercambio artístico con el FONCA en Montreal, Canadá, con el Conseil des Arts et des Lettres de Québec, en Montreal. Como dramaturgo, inició sus estudios de doctorado en la Universidad McGill, en el departamento de Literatura. En los últimos años se ha dedicado a la elaboración de una investigación teórico-práctica sobre teatro e interdisciplinas en las Américas y el estudio de la semiótica del movimiento. Su carrera escénica es muy diversa y reconocida por la crítica. Su vasta experiencia lo ha llevado a explorar entrenamientos, prácticas y diseños escénicos. Ha sido productor, director y realizador de eventos especiales, stands, convenciones, comerciales, programas de televisión, entrega de premios y celebraciones. Algunas de sus creaciones son Zarpar, Agua en la boca, Invocaciones, Hora Incierta, Entre dos mundos y Matices, entre otras. Ha escrito un sinfín de proyectos para escenarios comerciales y alternativos. Trabaja la poética del espacio. Exbailarín de la compañía El Cuerpo Mutable, Bernardo Rubinstein es uno de los pocos mexicanos que ha incursionado dentro del llamado Teatro físico. El Teatro físico, explica, “es una nueva forma de ver al intérprete y a su entrenamiento en la escena contemporánea a partir de herramientas concretas que enriquecen el movimiento, la acción y la voz”. “El Teatro físico no es una moda. Surge justo cuando Stanislavsky estaba a punto de morir y se da cuenta que era mucho más importante preparar al actor a través del entrenamiento corporal que de la voz. Esta propuesta es retomada por Mayerhold y el Bauhauss explorando el espacio y el escenario. Esto se fortalece con la tesis de Artaud del llamado ‘atleta del corazón’ y después todo trasciende a las enseñanzas francesas surgidas después de la Segunda Guerra Mundial”. “Los participantes de este arte no son ni bailarines ni actores ortodoxos: mucho de lo que se hace lo puedes entender a partir de lo que hace Peter Brook con su gente. Para él, sus actores no deben comenzar por los textos sino por aprender a sentarse, saber moverse”. “Hay que entender entonces que el cuerpo vive una serie de emociones y estas son siempre visibles o detonadoras de algo visible. El discurso del teatro se plantea entonces a través del movimiento”. Agrega: “En México hay gente que se encuentra haciendo Teatro físico pero que no se atreven a decirlo”. Acompáñanos a disfrutar de una entretenida charla con los artistas invitados a través de Facebook Live, este 31 de mayo, a las 13:00 horas. 

 

 

 

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