El pasado viernes 1 de marzo, en punto de las 18:00 horas, sucedió algo muy especial, la Comunidad Bet-El
organizó un increíble Kabalat Shabat para todos los niños de Moadí y sus familias.
Llegamos en punto de las 18:00 horas, las encargadas de recibir a las familias fueron Debbie Gitler, la directora de Educación de Bet-El, y Gina Borchi, morá de Moadí.
En cuanto terminaron de llegar todas las familias comenzamos con la primera actividad, los niños tuvimos que buscar por todos los diferentes elementos de la mesa de Shabat: desde el mantel y las flores, hasta la jalá, la copa y hasta el vino. Nos divertimos muchísimo porque fue como una búsqueda del tesoro. Después de un rato, logramos poner la mesa completa.
En cuanto completamos esa misión, vino a vernos Leonel Levy, que es el Rabino de la Comunidad Bel-El y junto con algunas mamás, prendieron las velas y dijeron la brajá de las velas, de la jalá y del vino. Después pasamos los niños uno por uno a decir las brajot, prender las velas y comer un poquito de jalá. El Rabino Leonel nos dio la bienvenida, y nos contó un cuento maravilloso porque nos iba preguntando nuestros nombres y entonces, los personajes de cuento se iban llamando como nosotros… ¡nos reímos mucho!
Después, cada familia trabajando juntos decoramos una tablita que tenía todos los elementos de Shabat. Le pusimos pintura, diamantina, lentejuelas, flores y todo lo que nos podíamos imaginar, quedaron increíbles y trabajamos en equipo.
Luego pensamos unos deseos de Shabat, y los compartimos con nuestros amigos, algunos deseamos tener paz, otros deseamos tener muchos años en compañía de nuestras familias, y algunos más deseamos poder tener un conejo. Todos estos deseos los escribimos, y se los dimos a nuestra morá Gina, que los llevó a la clase y los colgó para que los viéramos siempre. Después, papás e hijos hicimos un juego parecido a memoria, pero más divertido. Cada uno de nosotros tenía un dibujo de un objeto de Shabat pegado en la espalda, y corriendo y saltando teníamos que encontrar a nuestra pareja. Cuando nos encontramos todos y ya súper cansados, los niños de la clase de Moadí fuimos los encargados de reconocer y explicar cada uno de los dibujos.
Cuando creímos que se acercaba el final, nos trajeron de comer jalá con crema de chocolate y avellana, fruta, jugo, y pasamos con el resto de la gente al Kabalat Shabat grande, donde vino la sorpresa más grande porque nos invitaron a pasar al frente donde está el Arón Hakodesh y cantamos frente a todos Lejá Dodí.
Queremos seguir teniendo actividades como estas, y queremos invitar a más niños a que se unan a nosotros en las clases de Moadí, donde aprendemos de las fiestas, las canciones, palabras en hebreo, aprendemos de Israel y de personajes súper interesantes.