Mucho más que una ciudad

Mucho más que una ciudad, una promesa cumplida

Cada vez que se acerca más Yom Yerushalaim, algo se me aprieta en el pecho. No porque sea un día triste, sino porque es profundamente emocional. Es una fecha que, como Embajadora de Israel para mi comunidad, me conecta directamente con el alma de mi país, con la historia de mi pueblo y con un sueño milenario que se hizo realidad: volver a tener acceso libre y pleno a nuestra ciudad ancestral y eterna, Yerushalaim.

Este día celebramos la reunificación de Jerusalem en 1967, durante la Guerra de los Seis Días. Pero para nosotros, los judíos, no se trata solo de un momento histórico o bélico, sino del regreso a nuestro centro espiritual.

Escuchar las palabras Har Habait beYadenu – el Monte del Templo está en nuestras manos – no es solo una frase famosa; es un eco de generaciones enteras que soñaron con ese instante, incluso sin saber si alguna vez llegaría.

Como Shlijá del CDI, tengo el enorme privilegio de compartir con ustedes, mi comunidad, no solo las historias y valores de Israel, sino también estas fechas que nos recuerdan lo que nos une como pueblo.

Yom Yerushalaim es uno de esos momentos que nos invitan a sentir orgullo, gratitud y también responsabilidad. Jerusalem no es solamente la capital de Israel o una ciudad hermosa. Es la brújula espiritual del pueblo judío, un lugar que nos pertenece… y al que también nosotros le pertenecemos.

En Israel, Yom Yerushalaim se vive con cantos, banderas, jóvenes bailando en las calles, con lágrimas en los ojos y con la vista hacia el Kotel.

Aquí, desde México, también podemos conectar con esa emoción. Aunque estemos lejos físicamente, nuestros corazones laten al ritmo de Jerusalem.

Que este Yom Yerushalaim sea una oportunidad para recordar que somos parte de algo mucho más grande, de una historia milenaria que sigue escribiéndose… y que nosotros, desde cada rincón del mundo, seguimos siendo protagonistas.

//Daniela Hochman

Shlijá del CDI y Macabi Hatzair México

Am Israel Jai