Será que nos tomamos la muerte demasiado en serio? La muerte no es más que el último paso que uno toma
en la vida, y si en la vida podemos encontrar lo chistoso hasta en lo más devastador, ¿por qué no en la muerte? El grupo de Secundaria del Colegio Hebreo Sefaradí, bajo la dirección de Helen Marcos, nos trae algunas de las viñetas de la obra Muertos de la Risa, de Jean-Pierre Martínez, quien trata la muerte con un sentido del humor que llega hasta lo absurdo. Un hombre intenta averiguar de una computadora cuando va a morir y si esos resultados serían distintos si dejara de fumar. Una joven busca la tumba de su padre, conocido simplemente como Soldado Desconocido. Una pareja lleva mucho tiempo sin salir de su casa, tanto que hasta posiblemente ya estén muertos. Un hombre va con un doctor a decirle que la muerte, con capa negra y guadaña, está encerrada en su coche. Una abogada que no escucha mucho a sus clientes le dice a uno de ellos que responda “no” cuando le pregunten si asesinó a su mujer con un hacha. Un detective descubre que un hombre murió de risa… en el teatro. Dos hombres que murieron juntos deciden cuál de los dos irá primero hacia la luz que supuestamente lo llevará al más allá.
Lo que vi en escena:
Un admirable primer acercamiento hacia la comedia negra y hacia la muerte como algo con lo que se puede jugar. Cada viñeta obtiene su personalidad del vestuario que tiene cada actor y el cambio de iluminación, ya que fuera de algunos detalles que entran y salen, la escenografía no cambia. Algunas viñetas son una mesa del lado derecho del escenario, otras del lado izquierdo. Un ejercicio que nos muestra una promesa para el futuro del Habima.