Elliot Wells, el cazador de criminales de guerra nazi que entró a la profesión debido a su determinación por llevar a la justicia al oficial alemán que mandó a su madre a la muerte en un bosque en las afueras de Riga

Elliot Wells, el cazador de criminales de guerra nazi que entró a la profesión debido a su determinación por llevar a la justicia al oficial alemán que mandó a su madre a la muerte en un bosque en las afueras de Riga en 1942 nació el 18 de septiembre de 1927.

En enero de 1942 tanto él como su madre fueron deportados de Vienna a Riga. Allí un oficial separó a su madre y la envió con los prisioneros de mayor edad, a quienes iban a llevar a un gueto. En vez de eso la llevaron al bosque Rumbula, donde pocos meses antes se había perpetrado una de las masacres más terribles del Holocausto en Latvia. Nunca la volvió a ver, pero recordó el nombre del oficial nazi que la llevó a la muerte.

En enero de 1945, cuando estaba en una marcha de la muerte que iba hacia Alemania, se escapó y pasó varios meses en los bosques hasta que se encontró con las tropas aliadas y organizaciones humanitarias.

Tras la guerra se mudó a Nueva York, Estados Unidos, donde se casó y trabajó en un restaurante alemán (luego se convirtió en un copropietario). Allí tuvo la oportunidad de recolectar inteligencia y armó una amplia red de contactos. Luego de viajar a Alemania encontró al hombre que estaba buscando, Gerhard Maywald, y en 1976 persuadió a las autoridades de Hamburgo de que se haga un juicio en su contra. Recibió una sentencia de cuatro años por cómplice de asesinato, según Haaretz.

A fines de los años ’70 Welles sugirió a la Liga Antidifamación que establezca un departamento para perseguir a criminales de guerra y comenzó a trabajar en eso. Como investigador incansable jugó un rol clave en llevar a la justicia a personajes como Boleeslavs Maikovskis, colaborador letón de los alemanes, y Josef Schwammberger, ex comandante de un campo de concentración.

Fuente: AJN.

 

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