
El intendente de la ciudad de Ashkelon, Itamar Shimoni, desató una tormenta política
al anunciar que iba a prohibir a los obreros de la construcción árabes trabajar cerca de los jardines de infantes de la ciudad. Entre los numerosos dirigentes políticos que salieron al cruce para criticarlo, el Primer Ministro, Benjamin Netanyahu, afirmó que en Israel “no hay lugar para la discriminación contra los árabes-israelíes”.
“No podemos estigmatizar a toda una comunidad a raíz de una minoría violenta y exacerbada. La gran mayoría de los ciudadanos árabes israelíes acatan la ley, y sobre aquellos que la violen actuaremos con decisión y firmeza”.
“El marco de la Ley Básica para el Estado-Nación de Israel, que voy a proponer al Gobierno el próximo domingo, completará la igualdad para todos los ciudadanos ante la ley, independientemente de su religión, raza o género, junto con la promesa de la identidad de Israel como el hogar nacional judío – no hay contradicción entre el ellos y no voy a permitir que se socaven estos dos principios básicos”, expresó Netanyahu.
Por su parte, la ministra de Justicia, Tzipi Livni, pidió que al Fiscal General, Yehuda Weinstein, que revise el funcionamiento de la Municipalidad de Ashkelon.
“Se trata de una orden de discriminación contra un grupo, que no cumple con la opinión general sobre la seguridad, que está en contra de la discriminación por motivos de nacionalidad o religión de los trabajadores que buscan empleo. (Esta discriminación) está prohibida y debe ser reprimida con todo el peso de la ley “, formuló Livni.
Fuentes de la policía del Distrito Lakish en Ashkelon dijeron que van a seguir operando de acuerdo con la ley y no van a detener a los trabajadores en función de su origen étnico. “No hay excepciones a las directrices en lo que respecta a Ashkelon; arrestaremos a los trabajadores solamente si no tienen un permiso de trabajo (en referencia a los trabajadores ilegales de los territorios de Cisjordania)”, aclaró la policía.
El ministro Interior, Gilad Erdan, ordenó a los funcionarios del Ministerio del Interior revisar la legalidad de la orden de Shimoni de prohibir a los trabajadores de la construcción árabe operar en la ciudad. “Esta decisión es inaceptable desde mi punto de vista”, aseveró el ministro de interior, que residió años atrás en Ashkelon.
“No podemos actuar de una manera que excluya y empañe a toda una comunidad del Estado de Israel. Esta clase de decisiones son propensas a elevar las tensiones. En este momento, la dirigencia debe trabajar para calmar los espíritus y devolver el sentido de la seguridad personal. Entiendo la preocupación del intendente y de los vecinos, pero para devolver la seguridad está la policía y el Ejército de Defensa de Israel, y la Municipalidad tiene la capacidad de asegurar las instituciones públicas y las zonas sensibles”, apuntó Erdan.
El ministro de Finanzas, Yair Lapid, también se refirió a la orden controvertida emitida por el intendente de Ashkelon señalando que: “Las convocatorias a no emplear a los árabes en el Estado de Israel son racistas. Eso es rendirse al terrorismo, porque estamos abandonando nuestra vida cotidiana para dejarlas en las manos de los extremistas, que lo perpetran, en vez de apoyar la convivencia. La gran mayoría de los árabes israelíes vive con nosotros en convivencia, y no debemos ofenderlos y actuar de esa manera. Es inaceptable, intolerable y no será permitido”.
Fuente: www.aurora-israel.co.il
