Nos vemos a la medianoche

Título del trabajo: Nos vemos a la medianoche
Categoría: secundaria
Seudónimo: Debush

Había una vez una niña de 10 años que se llamaba Jessie. Vivía en un conjunto de siete casas; en cinco de ellas, vivían tres niños y dos niñas de su edad, pero había una casa hasta el fondo en donde vivía un señor que no le caía bien a Jessie porque nunca sonreía, nunca decía buenos días y siempre se veía serio.

Un día, en una de las casas de los amigos de Jessie hubo un robo, pero la policía no pudo ver quién era el ladrón porque había roto las cámaras. Jessie estaba muy enojada y decidió que quería atrapar al ladrón, pero sabía que no lo iba a poder hacer sola y que los adultos no la iban a querer ayudar.

Esa noche, Jessie les mandó notitas a todos sus amigos que decían “Nos vemos a la medianoche en mi casa del árbol”. Los niños tenían mucha curiosidad de lo que Jessie quería decirles, así que fueron. Cuando todos llegaron, Jessie les contó su plan de atrapar al ladrón y todos los niños quisieron meterse, pero Jessie les dijo que nadie podía saber de esto, tenía que ser un secreto. La noche siguiente se volvieron a reunir en la casa del árbol y Jessie les dijo que esta noche iban a ir a investigar a la casa de Sam, que era la que habían robado.

Fueron lo más callados posible hasta la casa. Cuando entraron, vieron que el ladrón se había llevado todo lo que pudo, literal no había nada de joyas, dinero o cosas de valor. Jessie y sus amigos se pusieron a buscar lo más silenciosamente que pudieron pistas para poder investigar quién era el ladrón. De repente, Emma, una de las amigas de Jessie, encontró un suéter. Sam dijo que no era de nadie de su familia, que seguro el ladrón lo dejó ahí sin querer cuando estaba agarrando las cosas. Jessie agarró el suéter y regresaron a la casa del árbol. Allí, Jessie les dijo que al día siguiente, igual a la medianoche, se iban a reunir ahí para ver de quién podría ser el suéter.

Al día siguiente, cuando Jessie estaba a punto de ir a la escuela, alguien tocó la puerta; Jessie pensó que era el mensajero para traer los paquetes, pero cuando abrió, vio a su vecino José, el que no le caía bien. El vecino le preguntó por su mamá. Jessie corrió por ella. Su mamá le preguntó que si le podía ayudar en algo y con lo que el vecino contestó Jessie se puso pálida. “¿De casualidad no ha visto un suéter en algún lado?, es que creo que perdí el mío”. Jessie no reaccionó para que no la descubrieran.

Esa noche, cuando todos llegaron a la casa del árbol, Jessie les dijo: “Creo que ya se quién es el ladrón”. Todos se quedaron muy sorprendidos y le preguntaron quién era. Jessie les contó lo que había pasado esa mañana y los niños también pensaron que podía ser el vecino quien había robado la casa de Sam, pero Emma les dijo que había que estar seguros antes de culparlo.

De repente. alguien empezó a tocar la puerta muy duro. Todos se callaron para ver si dejaba de tocar, pero no paraba, así que Jessie abrió la puerta y era… José. Todos siguieron sin decir nada porque estaban muy asustados. José les dijo que no les iba a hacer nada y que él solo quería ayudar a atrapar al ladrón porque hacía dos años un ladrón había robado su casa y creía que podía ser el mismo porque también había dejado algo en su casa y era muy raro que los ladrones dejaran algo. Todos se quedaron impresionados y le preguntaron cómo había sabido que estaban buscando al ladrón. Él les dijo que los había visto cuando estaban yendo a casa de Sam y por eso decidió venir a preguntarles.

Todos estuvieron de acuerdo en que José los ayudara. Después de tres días de investigar profundamente al fin descubrieron quién era el ladrón. Resultó que todas las pistas los llevaban a una casa de la calle de al lado. Llamaron a la policía y sí era el ladrón. La policía encontró todas las cosas robadas y se las devolvió a José y a Sam.

Pero todavía había algo sin resolver. ¿Por qué José nunca era amble con los demás, pero sí lo fue con Jessie y sus amigos? Jessie le preguntó y José contestó: “Yo no era muy amable con los demás porque estaba muy triste; el ladrón se había llevado la única foto que tenía de mi papá, pero en cuanto me di cuenta de que ustedes querían atrapar al ladrón, les quise ayudar para ver si podía recuperar mi foto”. Jessie y sus amigos estaban muy sorprendidos, pero a la vez felices de que ya iban a tener a un vecino más feliz que nunca.

Exit mobile version