El Dr. Yohai Kaspi, es parte del equipo Juno Science que pretende responder a algunas preguntas
candentes sobre el planeta más grande del Sistema Solar.
La nave espacial Juno de la NASA ya ingresó en órbita alrededor de Júpiter, el planeta más grande del Sistema Solar. Su prolongado viaje – más de dos mil millones de kilómetros en cerca de cinco años – terminará, pero su trabajo recién habrá comenzando. Después de algunas maniobras intrincadas, la nave entrará en una órbita única de catorce días que le permitirá llegar muy cerca (4000 kilómetros) por encima de la cubierta de nubes del planeta, mucho más cerca que cualquier misión jamás realizada.
Cuando Juno entre en órbita estará listo, explica el doctor Yohai Kaspi, del Instituto Weizmann: “Tendremos la oportunidad de estudiar los flujos debajo de las espesas nubes que vemos que cubren Júpiter”. Kaspi, que es parte del equipo de Juno Science y del Instituto científico del Dr. Eli Galanti, estará en el Laboratorio de Propulsión a Chorro en Pasadena, California, junto con los otros científicos e ingenieros del equipo de Juno, para presenciar el evento. Juno ya está dentro de la esfera gravitatoria de Júpiter, y el equipo contendrá el aliento cuando la nave espacial se alinee en una órbita estable y comience el envío de datos. El equipo de investigación planeó un circuito excéntrico para la nave, para que pueda pivotar en estrecha colaboración para observar, medir y luego poder preservar su órbita.
Entre las muchas preguntas que Kaspi, Galanti y sus colegas querrían contestar, está la siguiente: ¿Qué tan profundos patrones climáticos que observamos en la superficie de Júpiter? Estos patrones son flujos de gas que aparecen como rayas ordenadas en la superficie exterior del planeta, y como no hay una base sólida para interrumpirlos, pueden extenderse muy profundamente en su interior. Sumando la tercer dimensión a nuestro entendimiento de estos patrones podría ayudarnos a contestar un gran número de preguntas, incluyendo cómo se forman estos patrones, si las capas exteriores giran en sincronía con las internas, que tan gruesa es las famosa Gran Mancha Roja y si el planeta tiene un núcleo interno sólido, que es la clave para la comprensión sobre la formación de los planetas.
Kaspi, que ha estado con el proyecto Juno casi una década, utilizó el intervalo para preparar las herramientas necesarias para analizar las mediciones que se realizarán de la gravedad del planeta. Siendo que el clima (el movimiento de la masa alrededor del planeta) crea ligeras variaciones en la gravedad del planeta en diferentes puntos, Kaspi y su equipo usarán los datos de las mediciones de Juno de los campos gravitacionales para revertir los cálculos de los patrones de viento que las modificaban.
De esta manera, se ayudará a los científicos a “examinar por primera vez por debajo de la densa capa de nube de Júpiter”. Kaspi ya ha aplicado estas herramientas para el cálculo de la profundidad de los patrones del clima en Urano y Neptuno, lo que demuestra que los fuertes vientos en estos planetas están confinados en una capa superior relativamente poco profunda, así como analizar las mediciones de Júpiter y Saturno obtenidas de los telescopios en la Tierra. Pero la misión Juno proporcionará la primera oportunidad de medir las diferencias en los campos gravitacionales de Júpiter en forma precisa y exacta, y por lo tanto desarrollar una imagen más clara de la dinámica interior y la atmósfera del planeta.
La investigación del Dr. Yohai Kaspi, está abalada por el Helen Kimmel Center for Planetary Science. Fuente: Instituto Weizmann
Fuente: www.aurora-israel.co.il