Alegra Cherem, mamá de Isaac
Hoy, después de cuatro años de haber
participado en la Macabiada de Brasil y ver que mi hijo siguió mis pasos y logró ser parte de este maravilloso evento, no me queda más que dar gracias al Dépor por hacernos partícipes de estas actividades.
Ahora a esperar México 2019.
Rivka Zayat, mamá de Galia
No hay mayor satisfacción como padres que ver felices a nuestros hijos… gracias Macabiadas Vamos México… por hacer que en Galia siga esa sonrisa.
Zury Zayat, papá de Galia
No hay plazo que no se cumpla, afortunadamente tuvimos el privilegio de ver realizado un sueño que con tanto esfuerzo y dedicación lograron nuestros hijos en esta inolvidable experiencia en Chile 2015. Gracias a todos los que hicieron posible este sueño y vamos por más.
Mauricio una vez más te reitero el agradecimiento de tu apoyo y dedicación con el equipo de Tenis.
Ramiro simplemente gracias…
Macabiadas Vamos México… y el sueño continúa.
Gloria Finkelstein de Meyer, mamá de Alexa
¡México… México!
Gracias por la oportunidad.
Por recibir a Alexa como parte del equipo, hacerla sentir como en casa.
Creo que esta experiencia se va a quedar grabada en Alexa para siempre.
Con amistades para toda la vida, aprendizaje de equipo y la oportunidad de pertenecer a una Comunidad tan increíble como el CDI… gracias directivos, coaches, delegados y en especial gracias Mauricio y Ramiro por cuidar a Alexa.
Y gracias por todas las fotos y reportes de cada día, así pudimos vivir las Macabiadas desde lejos.
Becky Laniado, mamá de Marcos
Mucha emoción, nervios y ganas de que llegara la fecha, un objetivo ir a participar y dar lo mejor. Un logro y una meta alcanzada y un sueño hecho realidad.
Gracias al CDI por hacer dar esta gran oportunidad a nuestros hijos y a los entrenadores, gracias por siempre apoyarlos.
Elena Cohen, mamá de Rashel
Gracias a todos por hacer posible esta increíble oportunidad, por mantenernos al tanto de lo que iba pasando, fue casi como si hubiéramos estado ahí. Muchas felicidades y estoy segura que México 2019 será todo un éxito.
Noemí Misri, delegada del Tenis que no viajó con la delegación y mamá de Simha Cheja, tenista.
Todo empieza por escuchar Macabiadas luego un día estás sentada en una junta escuchando que es un viaje, competencias, entrenamientos, costos, fechas y un montón de cosas que al principio no entendía bien, pero que igual me emocionaba, sobre todo por ver la cara de mi hija.
Me encontré con algo más y fue ser delegada del equipo de Tenis, entonces las cosas cambiaron y la responsabilidad y emoción aumentan.
Conocí personas increíbles, comprometidas, trabajadoras y apasionadas.
Compartí este reto con Mauricio Justus, fue muy divertido trabajar con él. Gracias Mauricio, un placer.
Pasaron los meses y un montón de mensajes, convivencia, uniformes, cenas, juntas, etcétera y llegó el gran día.
Se fueron a Chile a competir.
Por supuesto, estuve pegada a Facebook para enterarme de los resultados y desde aquí con los nervios de punta echarle porras a todos mis chavos, y por supuesto a mi hija.
Felicidades a todos por su entusiasmo.
A sus entrenadores gracias por su apoyo, cariño y enseñanza.
A mi hija Simha por ser quien es.
Gran experiencia. Agradezco a la vida esta oportunidad.
Vamos con Todo a Israel 2017.
Mery Mustri, mamá de Alan
Gracias por esta experiencia única e irrepetible, es un orgullo que luchen cada uno por conseguir un objetivo y llegar a una meta, es mucha emoción y satisfacción para todos.
Gracias Justus, maestros, directivos CDI por todo lo que lograron y por el apoyo que nos dieron. Gracias.
Sara Robbins
Está comprobado que la Macabiada toca a propios y extraños… padrísimo lo que escribiste Sara…. gracias por compartirlo. Acompañando a la delegación de México…
Divertimiento
Envueltos en un halo fraternal
la consigna implícita,
tanto entre jugadores
como en acompañantes,
era la de sumar, sumar.
En todo momento,
con resultados favorables o adversos,
nuestra delegación mexicana macabea,
ya ganaba
por su espíritu de grupo,
valiosos premios.
Un reconocimiento
también muy merecido
a los que con ánimo casi vehemente
apoyamos con porras,
y en numerosas ocasiones
sudamos la gota gorda.
En la Macabiada de Chile
se vivió un ambiente de camaradería
rebozado de abrazos, apretones de mano,
palabras de aliento, llanto y risas.
Qué fortuna
haber podido sumarme
a este extraordinario grupo,
que tuvo la habilidad y sabiduría
de formar, en un país extranjero,
una familia
donde todos, únicos, fuimos uno.
¡Felicidades, y espero verlos en México 2019!