
Después de varios meses de dar ensayos por Zoom, armar dinámicas, clases diferentes,
sacar la creatividad a todo lo que da para mantener a nuestros alumnos presentes en los Grupos Representativos, por fi n la semana pasada tuvimos nuestra primera clase presencial, claro que no todos los alumnos vinieron, pero a pesar de ello, fue una experiencia única y sumamente gratifi cante. Al llegar todos tuvimos ganas de abrazarnos, platicar de cerca e interactuar con todas estas personas que durante un largo tiempo aparecían al otro lado de nuestras pantallas, sin poder realmente interactuar físicamente, pero sintiendo la presencia del otro y llevando la experiencia de pertenecer a los Grupos Representativos de Dánzico y XDanz a otro plano. Claro, que las medidas establecidas por el CDI son y siempre serán cuidadas, pero eso no quita el hecho de sentir la necesidad de interactuar con el otro, contarnos cuánto nos extrañamos, y por fi n bailar en un espacio que no es nuestro cuarto, sala o inclusive, la cocina. Durante una hora y media de ensayo todo esto quedó atrás, revivimos la magia que se vive en los grupos, el sentimiento de familia, las ganas e ímpetu de bailar con el corazón y con el alma, y aunque no podamos tomarnos de las manos y bailar al compás de la música unidos, en estos momentos mantenemos una unión que definitivamente es diferente y completamente, a lo acostumbrado, pero sin lugar a duda, está presente. Ahora, viene lo mejor, cuidarnos, pero seguir bailando, seguir compartiendo experiencias y no solamente a través de la pantalla ver al otro, sentir la energía de cerca y vibrar juntos, pero con la sana distancia. Porque nada ni nadie nos detiene, seguimos vivos y vamos a gritar más alto y más fuerte que nunca un “¡hey!” que romperá los estigmas establecidos, que hará vibrar en sintonías que aún desconocemos, que nos hará sentir fuertes y seguros de seguir adelante, porque juntos somos más fuertes.
//ALAN BRATT
