La estadía de tres días del duque de Cambridge, que pone fin al boicot no oficial de siete décadas de la familia real contra Israel, fue anunciada como una celebración de las buenas relaciones bilaterales entre Londres y Jerusalem. El viaje cuenta con un aspecto controversial, dado que en el itinerario oficial del palacio de Kensington se establece que la visita del príncipe a la Ciudad Vieja de Jerusalem -donde seguramente recorrerá el famoso Muro Occidental y algunos lugares sagrados musulmanes y cristianos- tendrá lugar en los ‘Territorios Palestinos Ocupados’, según figura en la agenda real.
El Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en una reunión del Likud expresó: “Hoy recibiremos al Duque de Cambridge, el príncipe William, para la primera visita histórica a Israel de un representante de la familia real británica. Aunque esto no es exactamente cierto porque aquí hay una representante, su bisabuela, la Princesa Alicia, una de las Justas entre las Naciones que salvó a los judíos en Grecia durante la Segunda Guerra Mundial, y pidió ser enterrada aquí en Jerusalem”. El mandatario israelí añadió: “Le daremos la bienvenida al Príncipe. Mi esposa y yo lo felicitaremos en nombre de todos los ciudadanos de Israel”.