
A unos pocos meses de que inicie el magno evento del Festival Aviv Carlos Halpert de Danza Judía nuevamente,
siempre hay una época intensa para los grupos participantes. Usualmente, los grupos comienzan a ensayar en agosto o septiembre; varios meses antes del evento. Durante esta época, los coreógrafos establecen fechas para los ensayos intensivos. Los intensivos consisten en dedicarle tiempo extra a ensayar, estamos hablando de un día, o un fin de semana entero. Este periodo de tiempo suele ser estresante tanto para los bailarines como para los coreógrafos. Se ha vuelto necesario que se hagan los intensivos, ya que es cuando se está en la recta final antes de la competencia, y los coreógrafos se exigen un buen trabajo para presentar en el Festival.
Los intensivos tienen como función y objetivo principal el montaje de la gran parte de la coreografía, si no es que toda, además de pulir perfectamente cada movimiento. Sin embargo, también sirven para crear un ambiente de convivencia y unión entre los grupos, debido a la cantidad de horas que permanecen juntos. Esto da pauta a que el grupo en general se vuelva mucho más sólido. En alguno de los casos que los ensayos intensivos duran más de un día, se elige una sede para llevar a cabo la convivencia dentro o fuera de la ciudad, por lo que también se llevan a cabo actividades de integración, y una convivencia fuerte entre los coreógrafos y bailarines.
Aunque no es su meta primordial, tienen una función básica para que los proyectos que se presenten en el Festival sean de calidad, en cuestiones de danza, creatividad, energía y todo lo que se requiere para que tenga éxito durante la competencia. Los intensivos, como su nombre lo dice, lo son en diversión, estrés, convivencia, ejercicio, concentración y aprendizaje.
¡Ya falta poco!
