En Lag Baomer (el 18 de iyar, el días 33 de la cuenta del Omer coincidente este año con el 22/23 de mayo) conmemoramos el fallecimiento de rabí Shimon bar Iojai, conocido como Rashbi, uno de los más grandes sabios de la Mishná y el principal autor del sagrado Zohar.
El rabino Dovid Rosenfeld afirma sobre rabí Shimon bar Iojai “Es difícil llegar a evaluar a una figura tan elevada. De hecho, hoy en día pocos pueden llegar a comprender su grandeza. Sin embargo, diversos incidentes registrados en el Talmud
y en el Midrash y muchas de sus propias afirmaciones pintan una imagen sorprendente”.
Shimon bar Iojai vivió en el Galili, en el norte de la Tierra de Israel durante la época de la dominación romana y después de la destrucción del Beit Hamikdash (segundo Templo de Jerusalem), es decir entre finales del siglo I y el siglo II, falleciendo en la localidad de Merón.
Debido a que opinó contra las decisiones del gobernador romano de la época fue condenado a muerte, debido a lo cual escapó y se escondió en una cueva junto a su hijo rabí Elazar, donde permaneció doce años, enseñando el Talmud y el Creador proveyó al lugar una fuente de agua y un árbol de algarrobas con los que cubrían sus necesidades básicas y durante todos esos años se dedicaron a estudiar Torá, accediendo a los más profundos secretos de la Torá, las enseñanzas místicas de la Cábala.
Cuando falleció el emperador que los había condenado, salió con su hijo de la cueva, pero cuando observó a los judíos realizando mundanas tareas, como sembrar y cosechar los campos, el Creador les ordenó volver a la cueva por doce meses a fin de que pudieran adaptarse nuevamente a la vida normal.
Después de sus años de aislamiento, rabí Shimon comenzó a ser reconocido como uno de los más grandes y santos sabios del Talmud, siendo mencionado constantemente en la Mishná, y su opinión precede a las de los sabios de su época
Aproximadamente alrededor del año 138 fue envido por el liderazgo de la comunidad judía de la Tierra de Israel a Roma para lograr que el emperador Antonio Pio aboliera las disposiciones romanas que prohibía a los judíos la observancia de la mitzvot (mandamientos), algo que logró pese a sus fuertes sentimientos antirromanos.
Shimon bar Yojai estudiaba rodeado alumnos y sus de discípulos, los rabinos Eleazar (su hijo), Judá, Jossé Hiya e Isaac, y sus enseñanzas se orientaban sobre dos preceptos fundamentales, que se implicaban recíprocamente: la oración desinteresada y la superioridad del estudio.
A Shimón bar Iojai la tradición lo considera autor de una importante cantidad de obras, entre ellas Sifré, un comentario de los libros de la Tora Bamidabar y Devarim (Números y Deuteronomio) y también de la Mejiltá, el comentario del libro de la Tora Shemot (Éxodo) y del Zohar Hakadosh (El Sagrado Zohar), la base de la Cábala judía, que dicto a sus alumnos.
En Lag Baomer, cientos de miles de judíos conmemoran el fallecimiento del rabí Shimón bar Iojai, prendiendo fogatas, a los que en Israel se le suma que miles de personas se dirigen a su tumba en Merón.
Como corolario de esta corta biografía citamos nuevamente palabras del rabino David Rosenfeld: “Rabí Shimon nos enseñó la grandeza de la sabiduría oculta de la Torá. Pero al hacerlo, también nos enseñó la grandeza de cada judío y de cada parte de la creación de D-os; cómo cada uno puede esforzarse por lograr una conexión más especial y profunda con D-os de lo que podemos llegar a imaginar”.
Fuente: www.itongadol.com