Jueves 14 de mayo, el Lobby del Centro Comunitario Monte Sinai, se transformó en un espacio lleno de luz y color para conmemorar la esencia
del Muro Curvo, que alguna vez existió. Con un espacio sobrio y confortable, a media luz, con cómodos sillones, salas lounge y pequeñas mesas dispuestas a lo amplio del espacio, el Comité de Juventud del CDI nos ofrecían un lugar digno de cualquier Jazz Club, con una atmósfera bohemia, apacible e inmejorable para pasar una velada en compañía de amigos, familia y en pareja.
Todo estaba listo para recibir a quienes gustaran acompañarnos y justo cuando la velada daba inicio, la lluvia comenzó a caer, como dando por inaugurado nuestro evento. Las personas llegaron poco a poco, en grupos o en pareja, que se unían a los que ya estaban presentes, logrando la mística de convivencia social que alguna vez se dio en el espacio original del Muro Curvo.
Después de unos minutos de charla, y una vez que nuestros asistentes estaban cómodos en los múltiples espacios que se dispusieron en el lugar, la banda Page Sounds, comenzó a tocar sus canciones, melancólicas y alegres, compuestas de sonidos sobrios y amenos, que con la lluvia de fondo lograban completar la atmósfera bohemia del lugar. El público, al término de cada canción, mediante sus calurosos aplausos, agradecía a los músicos la composición sonora que no podía ser más afín para musicalizar el evento.
Algo curioso es que no solo los jóvenes se dieron cita para el evento, también contamos con la presencia de personas mayores, y algunas contemporáneas al original Muro Curvo, que tal vez, asistieron para recordar aquellos tiempos del que todos hablan y recuerdan con mucho cariño. Eso nos da mucho gusto, ver que el Muro Curvo rompe esa brecha generacional, creando así, un ambiente de convivencia multigeneracional.
Gracias a todos los asistentes por hacer de este primer Muro Curvo, un gran éxito donde las risas, la buena música, el lugar confortable y la grata compañía, no hicieron falta.