El viaje a Israel es una de las experiencias más importantes y necesarias en la vida de cualquier judío, ir al origen del judaísmo y tener la oportunidad de conectarte
a las raíces de la religión es una de las experiencias más impactantes y cambiantes que puede tener uno.
Si alguien va a tener la oportunidad de experimentar algo como esto, yo recomiendo ir con el CDI, su programa está excelentemente organizado, y nos permitió explorar los lugares más increíbles, desde las grutas Rosh Hanikra hasta el museo de Herzl, tuvimos la suerte de vivir un Shabat en Tzfat, y de aprender más acerca de los territorios (ocupados/liberados).
Tengo que decir que este viaje ha sido una de las cosas más importantes que he podido tener en mi vida, la experiencia de volver a donde vivían nuestros antepasados, y pisar el mismo suelo que generaciones de nuestra gente ha bendecido y querido tanto tiempo, visitar el Estado de Israel y llegar a conocer sus orígenes e historia por gente experta, y poder conocer la cultura mezclándose uno con todo el ambiente y con la gente, viendo lugares tan diferentes pasando del espíritu religioso de la ciudad vieja de Yerushalaim a la energía vibrante de Tel Aviv.
Fue un mes tan bien organizado que cada día nos trajo una nueva experiencia, no puedo creer que en tan poco tiempo tuvimos la oportunidad de ver tanto. Sé que nada de esto hubiera sido posible sin Galia Lisker que nos guío por todo el viaje de una manera excelente, ayudando a coordinarnos un poco y ayudándonos a que este viaje fuera tan perfecto.