El martes, el presidente de República Checa, Milos Zeman, inauguró formalmente la llamada Casa Checa en Jerusalem,

un espacio de oficinas anunciado por Praga como el primer paso para reubicar la embajada del país desde Tel Aviv a la capital.

Netanyahu participó en el evento de media hora de duración, cortando la cinta junto con el presidente checo. Las esposas de los líderes también participaron en la ceremonia de corte de cinta.

“No tenemos un amigo mejor que la República Checa en el hemisferio oriental”, dijo Netanyahu, sentado en un escenario al lado de Zeman.

Israel tiene relaciones florecientes con un número creciente de países, continuó, señalando el reciente avance en las relaciones bilaterales con Chad.

“Estas relaciones, al igual que la naturaleza de las alianzas internacionales, se basan en una comunidad de intereses, intereses por algo, intereses en contra de algo y muy a menudo ambos”, dijo Netanyahu. “Con la República Checa, al igual que con los Estados Unidos de América, hay algo más: es una profunda similitud de valores”.

Por otro lado, el presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, recibió este miércoles al embajador de Israel, Yossi Shelley, un día después de que su hijo declarase en Estados Unidos que ya está tomada la decisión de transferir la embajada de Tel Aviv a Jerusalem.

“Brasil tiene todo para ser una nación respetada y admirada en todo el mundo”, ha afirmado Bolsonaro en su cuenta de Twitter tras la reunión. 

En el encuentro participaron también los futuros ministros de Asuntos Exteriores, Ernesto Araújo y del Gabinete de Seguridad Institucional, el general Augusto Heleno.

Bolsonaro, en la misma línea que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció tras su victoria que transferiría la embajada, pero tras la negativa repercusión en los países árabes declaró después que la decisión no estaba tomada.

El diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del mandatario electo, se reunió ayer con Jared Kushner, consejero y yerno de Trump, en Washington.

Según el diputado, Kushner se dispuso a proporcionar información y ayudar en la planificación del cambio que si se concreta seguirá el ejemplo de la embajada de Estados Unidos.

Brasil mantiene relaciones diplomáticas con Israel desde 1949 y reconoció al Estado palestino en 2010. Si se traslada la embajada, el gigante latinoamericano reconocería a Jerusalem como como capital de Israel, una decisión que pondría punto y final a su postura ante el conflicto palestino-israelí, con consecuencias imprevisibles en las relaciones con los países árabes. 

Bolsonaro, considerado como el “Trump brasileño”, ha dejado claro en numerosas ocasiones su admiración por el presidente de Estados Unidos, con el que quiere fortalecer lazos.

De hecho, mañana tiene previsto recibir en Rio de Janeiro a John Bolton, asesor de seguridad nacional de Trump.

 

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