Cuando se piensa en Philips, lo primero que viene a la mente es la gama de productos para el hogar
de esta empresa con sede en Amsterdam: aspiradoras, licuadoras, afeitadoras, monitores para bebés y electrodomésticos similares.
Pero Philips también es un jugador importante en la tecnología de atención médica global, ya que fabrica muchos de los dispositivos médicos y máquinas de diagnóstico en hospitales de todo el mundo, desde escáneres de tomografía computarizada de tamaño de sala hasta equipos de tele-ultrasonidos que funcionan a través de teléfonos móviles.
Una buena parte del hardware y software médico de la compañía proviene de Israel.
Philips emplea a 1,085 personas en Israel, uno de los cinco centros de innovación principales de Philips junto con Amsterdam, Shanghai, Bangalore, Cambridge y Massachusetts. Philips ha estado operando en Israel desde 1948, invierte activamente y adquiere empresas israelíes.
Jeroen Tas, director de Innovación y Estrategia de Royal Philips, quien será un orador principal en la próxima conferencia MIXiii-BIOMED en Tel Aviv la próxima semana.
¿Qué hace a Israel tan fuerte en el espacio de la tecnología de la salud? Tas comenzó por nombrar los rasgos habituales de la Startup Nation: una población altamente educada, una vibrante comunidad de investigación académica y una activa promoción gubernamental de startups.
Pero Israel tiene otra ventaja clave, a saber, un estrecho vínculo entre los médicos clínicos y la alta tecnología.
Israel, explicó Tas, es único en la forma en que “las personas que vienen del campo médico están abiertas a aplicar nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial y el big data. Cuando estos dos mundos se encuentran, es cuando ocurre la magia”, dice.
Tas comparó el ecosistema de innovación de Israel con el de Silicon Valley. “Se encuentran una gran cantidad de compañías de tecnología sólidas en California”, señaló, “pero no encuentra a muchos médicos fuertes que trabajan con esa tecnología”.
Además, los empresarios israelíes en el espacio de la tecnología médica también ayudan: “Todos hablan inglés y tienen una perspectiva global sobre los negocios”, dijo Tas. “Saben que no se desarrolla innovación solo para Israel, sino para el mundo”.
Fuente: www.agenciaajn.com