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Un susurro en la oscuridad
Título: Un susurro en la oscuridad
Categoría: Secundaria
Seudónimo: Señorita escritora
Elisa siempre había sentido curiosidad por la vieja casa abandonada que se levantaba al final del camino de tierra. Todos en el pueblo aseguraban que nadie debía acercarse, pero aquella tarde nublada la curiosidad de una joven fue más poderosa que el miedo.
Caminó por el camino en silencio. Cuando llegó a la casa, empujó la pesada puerta de madera, que chirrió con un lamento, y un aire frío la envolvió. El polvo flotaba como si alguien acabara de levantarlo al pasar por ahí. La joven avanzó con pasos lentos, sintiendo que cada crujido del piso era una advertencia, un aviso de que estaba a tiempo para regresar.
De repente, un susurro la hizo detenerse. No era el viento. Parecía una voz que murmuraba su nombre: “Elisa…”. Su corazón golpeaba con fuerza. Buscó el origen del sonido en la oscuridad y lo siguió hasta una habitación, en el fondo de la casa.
La puerta estaba entreabierta. Con una mezcla de valor y temblor, la empujó. Dentro no había nadie… únicamente un espejo, enorme y antiguo. Se acercó lentamente. Lo que vio la paralizó: su reflejo no estaba quieto. Le sonreía de una forma siniestra, como si supiera algo que ella no.
Elisa intentó apartarse, pero sus piernas no respondieron En ese instante comprendió que ya no estaba sola y que, quizá, nunca lo había estado. Su reflejo levantó la mano, tocó el vidrio desde dentro y lo atravesó, como si fuera de agua. Antes de que pudiera gritar, una fuerza invisible la empujó hacia el espejo.
En un instante, Elisa quedó atrapada detrás del cristal, golpeando en silencio mientras veía cómo su reflejo —ahora libre— salía de la habitación con una sonrisa cruel.
Desde aquel día, la vieja casa permanece igual, salvo por un detalle: quien se atreve a mirar aquel espejo jura ver a una joven que golpea desesperada desde dentro, rogando que la saquen.
