
Tras el lanzamiento de cuatro cohetes hacia Israel desde Gaza, el Primer Ministro israelí, Yair Lapid, afirmó ayer domingo que Israel responderá rápidamente a cualquier ataque desde la Franja.
“La política de este gobierno no cambió. A cualquier fuego, a cualquier globo incendiario, responderemos rápida y enérgicamente, y sin vacilar”, señaló Lapid, alabando a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) por su respuesta al lanzamiento de cohetes.
“Todos nosotros, todos los miembros del gabinete, enviamos un fuerte abrazo a los niños de las comunidades fronterizas de la Franja de Gaza, que durmieron en refugios antibombas la noche del viernes”, expresó Lapid.
Las FDI publicaron en un comunicado que el primer sitio que atacaron era “uno de los complejos más grandes e importantes de la Franja para la producción de materiales base para cohetes por parte de los grupos terroristas”, asegurando que el ataque haría retroceder significativamente la fabricación de cohetes. Funcionarios de seguridad israelíes evaluaron que los ataques en respuesta al lanzamiento de cohetes no conducirán a una escalada de la violencia. Ninguno de los grupos terroristas con sede en Gaza reivindicó la responsabilidad del lanzamiento de cohetes.
En relación con la visita del líder estadounidense, Lapid expresó que se habían producido “logros políticos, de seguridad y económicos que fortalecerán al Estado de Israel durante muchos años”. Lapid explicó que la Declaración de Jerusalem, que firmó con Biden, “asegurará la ventaja cualitativa del establecimiento de seguridad israelí”, y detalló que “dejó claro al presidente y a su personal que Israel se opone al acuerdo nuclear y se reserva plena libertad de acción política y operativa frente al programa nuclear iraní”.
Lapid también destacó el anuncio de Arabia Saudita de que abrirá su espacio aéreo para todos los sobrevuelos civiles, argumentando que “ahorrará a los ciudadanos israelíes mucho dinero y tiempo cuando viajen hacia el Este”.
Riad hizo el anuncio sobre la apertura del espacio aéreo un día antes de que Biden diera a conocer la prevista retirada de una fuerza de observadores que aseguraba un par de islas del mar Rojo, lo que permitirá su traslado de Egipto a Arabia Saudita.
La retirada fue negociada por Estados Unidos y requirió la autorización israelí porque la presencia de la fuerza de observadores, junto con la garantía de libertad de transporte alrededor de las islas para el Estado judío, formaban parte de las condiciones de Jerusalem para cederlas a Egipto como parte de su tratado de paz de 1979.
Fuente: Agencia AJN
