El próximo 22 de abril celebraremos Yom Haatzmaut con un gran
evento que tendrá lugar en el campo de Softbol Rosendo Gervitz, dando inicio a las 19:30 horas, la magia y la alegría envuelven el lugar para convertirlo en un shuk donde podrás encontrar infinidad de objetos, así como grandes sorpresas, habrá un espectáculo en donde más de 200 actores estarán en escena, un evento en donde los recuerdos y las memorias nos transportarán al corazón de Israel, uniendo a todos en una sola voz … Am Israel Jai. Hoy contando con apenas 67 años, Israel ha sembrado su propia historia. Años de lucha y crecimiento, años en lo que Israel ha contribuido con un grano de arena que hoy por hoy se ha vuelto una montaña inmensa de aportaciones para la humanidad.
País pequeño e inteligente, potencia científica: así nos consideró el mundo durante muchos años. Hasta la década de 1970, Israel fue particularmente célebre debido a su elevada proporción de investigadores y científicos, autores de una enorme cantidad de trabajos y publicaciones. La mayor parte de esas investigaciones no culminaron en inventos de uso práctico — salvo en el campo militar, parte de los cuales fueron luego aplicados al ámbito civil. El mundo, de todos modos, siguió considerándonos una flecha dirigida al futuro, quizás por la proverbial fama del genio judío.
Pero el mundo cambió y con él los criterios por los que se juzga el potencial científico de un país. Un diluvio de publicaciones científicas y revistas académicas internacionales ya no impresiona a nadie. Desde la década de 1980 —cuando irrumpen la computadora personal y el Internet— todo el interés se concentra en el desarrollo tecnológico. Resultados prácticos, no teorías: inventos para ser usados y no solo para leer sobre ellos o esperarlos en el futuro.
Resulta que Israel no tiene de qué avergonzarse también en este campo. Al parecer, no existe otro país con la misma proporción entre el número de sus habitantes y la cantidad de sus avances tecnológicos. Destacamos sobre todo en dos áreas: la tecnología médica y la computación.
Israel es conocido por ser Start Up Nation y se cree ahora que está ante la apertura de una nueva era, en la que Israel también se convierta en la Nación Cerebro.
Puedo cerrar esta celebración diciendo que el cerebro israelí, efectivamente, sabe inventar.