Un aneurisma de aorta es una dilatación localizada
que produce una debilidad en la pared de la arteria. En niveles más profundos, se puede decir que en la mayoría de las ocasiones se debe a cambios degenerativos ateroscleróticos, que se manifiestan en un importante adelgazamiento de la capa muscular media.
Esta razón corresponde al 90 por ciento de los casos. Una nueva terapia basada en láser, mínimamente invasiva ofrece una alternativa prometedora para cientos de miles de pacientes diagnosticados cada año.
Aneurisma de aorta abdominal (AAA) es la 13ª causa de muerte en la mayoría de los países occidentales, y más de 200.000 nuevos casos son diagnosticados cada año en los EE.UU.
Si los aneurismas pudieran ser tratados temprano para prevenir el empeoramiento, la incidencia de la ruptura y muerte caería dramáticamente. Y ese es el objetivo de una tecnología patentada de Israel.
“Nuestro propósito es intervenir en una etapa en que el aneurisma no está en el punto en el que es necesario un procedimiento de emergencia”, dice el Doctor David S. Gertz, del Instituto de Investigaciones Médicas de La Escuela de Medicina de la Universidad hebrea – Hadassah de Jerusalem.
Las formas actuales de tratamiento se centran principalmente en las etapas avanzadas de la AAA y están asociados con complicaciones potencialmente mortales, explica Gertz, quien dirige el proyecto de investigación con la doctora Lilach Gavish.
Cuando Gavish solicito hacer su doctorado en el laboratorio de Gertz hace varios años, explicó que para su grado de maestría había identificado un mecanismo molecular por el cual el láser de bajo nivel (LLL) reduce la inflamación y promueve la curación de heridas.
“Yo no sabía casi nada sobre el láser de bajo nivel en aquel momento. Sin embargo, después de haber desarrollado el primer modelo fisiológico del aneurisma arterial a finales de 1980, rápidamente nos dimos cuenta de la importancia potencial de esta tecnología para esta enfermedad extremadamente común”, dijo Gertz.
Utilizando ratones de laboratorio propensos a desarrollar aneurismas de la aorta después de una inyección con una hormona que aumenta la presión arterial, los científicos israelíes demostraron que LLL inhibe el desarrollo y la progresión de AAA mediante la mejora de refuerzo tejido fibroso en los lugares donde se debilita la arteria.
A través de la compañía de transferencia de tecnología de la Universidad Hebrea, los investigadores han presentado solicitudes de patente para un dispositivo que se puede implantar temporalmente en el abdomen, mediante el uso de cirugía laparoscópica, para entregar LLL al aneurisma en desarrollo.
Sus primeros estudios mostraron que el láser de bajo nivel previno con éxito la formación de aneurismas.
Luego, se hicieron una serie adicional de experimentos en los ratones que habían desarrollado los aneurismas, que mostró que LLL también impidió a los aneurismas existentes progresar.
Estos hallazgos presentados en el Colegio anual Americano de Cardiología en 2012, ganaron el primer premio en la sección de la enfermedad cardíaca vascular. Cinco artículos científicos se han publicado hasta el momento en base a los resultados de este proyecto multidisciplinar.
“Ahora estamos en el proceso de desarrollo de un modelo animal de gran tamaño por lo que vamos a ser capaces de mostrar la relevancia adicional para la creación de intervención humana”, dice Gertz. “Con suerte, vamos a ser capaces de identificar un socio estratégico para desarrollar este dispositivo.”
Este enfoque tiene sentido a la luz de la mejora de los métodos de detección precoz de la AAA, dice Gertz, nativo de Baltimore que se mudó a Israel hace 37 años.
“Desde 2005, el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de EE.UU. ha recomendado que todos los varones entre las edades de 65 y 74 años que alguna vez fumó deben someterse a una ecografía para estudio de los aneurismas de aorta abdominal”, explica.
La razón de la guía es que los fumadores y los hombres tienen un mayor riesgo para esta condición. El hábito de fumar aumenta el riesgo de AAA hasta siete veces.
Debido a una mayor evaluación, “estamos viendo muchos pequeños aneurismas más que antes. La población objetivo de nuestra intervención serían aquellos en los que un grupo relativamente pequeño aneurisma ha sido identificado, pero, después de repetir el examen y si ha fracasado la medicación, se prevé que lo más probable es llegar a la etapa de necesitar una reparación quirúrgica donde el abdomen sea abierto para un injerto o implantación de stent dentro de los dos a tres años”, dice Gertz.
“Para evitar que esos pacientes lleguen a la etapa de necesitar procedimientos graves, esta tecnología basada en LLL podría disminuir o inhibir la progresión.”
Gertz hace hincapié en que podría tomar algunos años hasta que el implante este en el mercado.
“Estamos bastante lejos y los logros son en forma experimental, por lo que hay todavía un camino por recorrer para que sea aplicable a la intervención humana”, advierte.
“No obstante, esta tecnología ofrece un enfoque mínimamente invasivo que tiene el potencial para la prevención de tener que someterse a procedimientos quirúrgicos conocidos por estar asociados con un alto porcentaje de consecuencias importantes. Eso sería una gran contribución”.
Fuente: latamisrael.com