Cuatro rehenes han muerto y
cuatro se encuentran en estado crítico tras el asalto de fuerzas especiales francesas en un supermercado judío de Porte de Vincennes, al este de París. Amedi Coulibaly, uno de los sospechosos de haber secuestrado a varias personas en la tienda de comida ‘kosher’, también ha fallecido. Dos policías han resultado heridos en la operación, aunque sus vidas no corren peligro.
En el interior del local se han escuchado al menos cuatro ráfagas de arma automática y gritos de “al suelo” durante el asalto, que ha permitido la liberación de varios de los retenidos durante horas. Numerosas ambulancias se han posicionado en las inmediaciones de ‘Hyper Cacher’. Según fuerzas de la investigación, el secuestrador habría llamado por teléfono a sus contactos justo antes del asalto para pedirles que “atacaran objetivos”.
Amedy Coulibaly llamó durante el secuestro a la cadena de televisión BFMTV y confirmó que actuaba sincronizado con los hermanos Kouachi (que atacaron Charlie Hebdo) y que actuaba para Al Qaeda en Yemen. Coulibaly no colgó bien el teléfono, por lo que la policía pudo escuchar sus movimientos y saber cuáles eran sus planes. Así, cuando a las 17:00 horas empezó a rezar, los agentes desplegados fuera del establecimiento decidieron asaltarlo.
El ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, manifestó su “inmensa tristeza” por las pérdidas de vidas humanas, especialmente las de los rehenes. “Quiero agradecer a las fuerzas del orden, que actuaron con control, con sangre fría”, lo que “ha permitido la eficacia en la operación”, dijo Cazeneuve, que pide “mantenerse extremadamente vigilantes”.
Los secuestradores, según los datos facilitados por la policía eran, en un principio Amedi Coulibaly, de 32 años, y Hayat Boumeddiene, de 26. Coulibaly ha fallecido durante la intervención de las fuerzas especiales. Llevaba consigo dos armas automáticas. Aunque en un primer momento algunos medios han informado de que Boumeddiene había conseguido escapar, fuentes judiciales han confirmado que Amedi era el único secuestrador.
Coulibaly había demandado la liberación de los yihadistas atrincherados al nordeste de París y había amenazado con “un baño de sangre” si no se cumplía su exigencia. Aseguró en una llamada al canal de televisión BFMTV antes de morir abatido por la policía, que “obedecía al califa del Estado Islámico”, Abu Bakr al Bagdadi.
El secuestrador, de raza negra y originario de la localidad de Juvisy-sur-Orge, en el departamento de Ossone (región Île-de-France), también había mencionado la operación francesa lanzada en Mali tras la guerra en ese país africano y había admitido querer vengar a sus hermanos musulmanes, según ha difundido el canal RTL. Los negociadores que establecieron contacto con el captor quedaron impresionados por su tranquilidad pese a la situación de máxima tensión. “Está asombrosamente calmado”, ha revelado Georges Brenier, periodista de la mencionada cadena.
Fuente: vwww.elmundo.es