Esta semana se inauguró un mural en Yafo, que forma parte de Tel Aviv,

un obsequio de los Países Bajos a dicha ciudad. La pintura distorsionada a propósito revela una tetera rota de cerámica y reparada con la técnica japonesa Kintsugi.

La misma es obra del artista pop surrealista neerlandés Leon Keer. Y la reparación se dio con oro líquido como pegamento para arreglar y hacer que el objeto se vea más fuerte y hermoso.

El mural se ubica en la plaza Kedumim junto al Museo de la Cultura Judía de Arte Yemenita. El mismo se realizó para parecer tridimensional, una firma del trabajo de Keer, porque aparte de los trucos a la vista, también incluye un aspecto de realidad aumentada.

Los curiosos y turistas pueden escanear un código QR, el cual hace que aparezca una taza, con té vertiéndose en ella. Al respecto, el vapor que sale de la copa posee letras hebreas, árabes y latinas.

En cuanto al artista pop, se especializa en arte callejero anamórfico. Sus obras de pared distorsionan deliberadamente para entregar varios mensajes. Sus pinturas se diseñan para yuxtaponer la alegría y la belleza contra la decadencia visible y los problemas del mundo.

Fuente: aurora

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