Echando un vistazo a su grafía, la que se puede ver en el alefato,

alfabeto hebreo, podemos ver que esos 22 caracteres dejan muy claro lo diferentes que son este idioma del español. No obstante, la versión más moderna de la lengua hebrea sí que tiene cierto parecido con la nuestra.

El Estado de Israel impuso que la pronunciación fuera la sefardí, la misma de los judíos expulsados de España en 1492, lo que hace que tenga fuertes influencias de la lengua española. Aun así, la presencia de consonantes guturales, la de una forma dual para los nombres que mencionan parejas o la existencia de palabras con lexemas formados por tres consonantes son lo que marca más las distancias.

Sí, hay parecidos, pero también muchas diferencias que quedan patentes con tan solo ver cómo se construyen las palabras usando el alefato, tan diferente al alfabeto español.

A pesar de las grandes diferencias que se pueden encontrar en muchos aspectos, lo cierto es que el hebreo no es difícil de aprender para hispanohablantes. ¿El motivo? Más de uno. El primero de ellos es la pronunciación, que es muy similar por lo que hemos explicado en el apartado anterior. Es cierto que hay ciertas regiones en las que se pronuncian las vocales guturales, pero en la inmensa mayoría no es así, lo que supone una gran facilidad para el hablante de español que quiera aprender.

Además de eso, a nivel gramatical es un idioma mucho más simple que el nuestro, aunque cuente con algunos puntos algo extraños; también es bueno saber que su vocabulario no es demasiado complejo y su riqueza es más bien escasa. El único problema que puede haber es, como seguramente estarás pensando, con su escritura, ya que es completamente diferente a la nuestra.

Sin embargo existen algunas palabras en hebreo que se utilizan en español que te dejamos a continuación: amén, edén, golem, fariseo, kipa, Torá, menorá, Lázaro, Simón, Sión, María, Matusalén, etcétera.

Fuente: losidiomas

Share.

Leave A Reply

Exit mobile version