Esta semana tenemos el gusto de platicar con León Achar, uno de los mejores nadadores que ha dado el CDI;

León siempre estaba en la alberca no importando el clima, el horario o si eran vacaciones, él siempre estaba en su alberca que con tanta pasión y gusto continuamente disfrutó, hoy puede decir que esa disciplina que desarrolló, le sirve en el trabajo y su vida espiritual.

Platícame de ti, tu familia y a qué te dedicas.

Tengo 52 años, soy ingeniero en Sistemas pero soy el director financiero de un grupo empresarial y director general de una de las empresas que se dedica a la renta de equipo de impresión y copiado. Tengo cuatro hijos: Alberto, Tanya, Gabriel y Jonathan, y a mi esposa Carla, con la que comparto la pasión por el deporte.

¿Cuándo empezaste a nadar?

Empecé a nadar a los diez años de edad y desde que me metí al agua, nadar fue mi pasión por muchos años. Lo que aprendí de un entrenador es que uno no escoge el deporte que le gusta, sino que el deporte te escoge a ti, así que desde que empecé a competir tuve la suerte de tener buenos resultados.

¿Cómo fue tu participación en Macabiadas?

Participé en seis Macabiadas en Primera Fuerza y en una de ellas también en Máster. En Primera Fuerza tuve varios cuartos lugares y nunca llegué al podio de medallas. En Másteres gané seis medallas de oro, y ese mismo año quedé en tercer lugar en el ranking mundial de 200 dorso de mi edad.

¿Cómo te fue en los Juegos Centroamericanos?

Fui campeón Centroamericano en 1979, y tercer lugar Centroamericano en 1975.

¿Qué era para ti nadar?

Para mí nadar fue durante mucho tiempo lo más importante que hacía. Todos los días tuve siempre la ilusión de ser nadador olímpico, lo cual nunca logré.

¿Alguna vez no obtuviste el resultado que querías?

Que si alguna vez no obtuve el resultado que quería… ¡muchísimas!, y lo único que hacía cuando me pasaba, era entrenar más.

¿Qué es lo que más extrañas de nadar?

Lo que más extraño de nadar, son mis amigos, muchos de los mejores y algunos difíciles momentos que he tenido en mi vida, los compartí con ellos y son parte muy importante en mí.

¿Qué otros deportes has practicado?

He hecho un poco de rock climbing, que es un deporte fascinante y a diferencia de la natación, es un deporte de equipo y no de competencia, especialmente por tiempo ya no lo hago más. Hoy hago un poco de cross training y como estoy acostumbrado a entrenamientos muy intensos, lo hago corto pero muy intenso.

¿Qué satisfacciones tuviste?

No sé, tuve muchos pero cada que rompía algún récord personal, me daba mucho gusto, y por supuesto, ganar algunas competencias de importancia para mí, como los Campeonatos Nacionales.

¿Tienes alguna anécdota que nos quieras contar?

Anécdotas muchas pero no me vienen a la cabeza.

¿Qué opinas de que este año se cumple la edición 25 del Biatlón CDI?

¡No cualquier competencia dura 25 años! Felicidades a los organizadores por hacerla siempre y motivar a muchos a competir; en mi caso, descubrí que las competencias largas no son lo mío.

¿Cómo desarrollaste tu parte espiritual?

No creo que me alcance la entrevista para explicar, pero la Natación me dio orden, disciplina, dedicación; hoy estar cerca de lo que es mi regalo más grande en la vida, mi propio judaísmo, me es indispensable para vivir.

¿Qué opinas del Minian CDI?

El CDI es el lugar más incluyente de la Comunidad judeomexicana; tener un lugar donde rezar es increíble, le da la posibilidad a todos de tener las mejores instalaciones deportivas de México, sin dejar por un lado la vida espiritual judía, que como dije antes, es un gran regalo.

¿Qué es el CDI para ti?

El CDI para mí como nadador fue mi segunda casa muchos años y, hoy es un lugar donde mis hijos pueden hacer un deporte en un lugar seguro, con instalaciones de primera y amigos.

¿Qué consejo les darías a los jóvenes que empiezan a nadar?

Que se apasionen por nadar o por lo que quieran hacer, hoy en día la gente tiene pocas pasiones y estamos metidos en la tecnología todo el tiempo, que se den la oportunidad de esforzarse, de ganar, de perder y hacer algo que les va a dejar muchos muy buenos recuerdos y especialmente hábitos toda su vida. Y recuerda, el alma que reza en la misma vibración que el cuerpo, aprende también que la vida es divina.

Fans del CDI, Luis Fraind

Fans del CDI, Raquel Schlam

Fans del CDI, José Fenig

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