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Keren Kayemet y Tu Bishvat

Centro Deportivo Israelita, A.C.

//Patricia Katz de Saltiel, Presidente Mesa Directiva

Para Keren Kayemet LeIsrael, la institución sionista y medioambientalista por excelencia, el 15 de shvat es un día de fiesta. Festejamos Tu Bishvat, la fiesta del árbol. Tu Bishvat es un día de celebración para nosotros, un momento en que la tierra está madura para recibir los nuevos árboles que otorgarán vida y vitalidad a nuestros bosques y campos. Tu Bishvat ha sido adoptado como una costumbre en la diáspora, sirviendo como reafirmación simbólica de la conexión judía con la Tierra de Israel. 

La Torá compara al ser humano con un árbol y se refiere a que cada uno de nosotros representa al árbol que debe ser cuidado para crecer fuerte y frondoso y finalmente, los frutos dulces y saludables que brindaremos al mundo, serán nuestras acciones. Como el árbol arraigado en la tierra, las emociones están profundamente conectadas con uno. Están más profundamente conectadas que las ideas. Es por medio de los sentimientos y actitudes, que se mide el valor del hombre. Sus ideas valen únicamente si producen sentimientos y actitudes de valor.

Estamos todos arraigados a nuestra Tierra, nuestro planeta, el mundo es uno y estamos todos conectados. El cambio climático se ha hecho patente. Cada vez somos más conscientes que lo que pasa al otro lado del mundo o en los polos, nos afecta aquí a nosotros. Así el cambio climático es un excelente ejemplo de esta conexión entre toda la humanidad. De igual manera, el odio y la intolerancia en cualquier parte del mundo y contra cualquier grupo humano, nos afecta a todos. Estamos todos conectados, no podemos cerrar los ojos. No, ¡nunca jamás! Porque al final acabaremos todos siendo afectados por esa corriente de odio y prejuicios.

El respeto por la vida en todas sus formas, es primordial en la educación desde pequeños. Cada quien desde nuestra trinchera debemos educar en ese sentido. El respeto absoluto a la vida en todas sus manifestaciones, respeto al medioambiente y a nuestro entorno. Si el niño aprende a cuidar y respetar a un árbol, a un animal, difícilmente va a cuestionar el derecho a una vida libre y plena del otro, por más diferente que sea, y a pesar de las grandes diferencias que puedan existir en la condición humana.

Debemos estar conscientes que nuestras emociones y sentimientos son energía que fluye, los sentimientos positivos son energía real que mueve al mundo y logra milagros y haciendo conexión con estos, quiero cerrar con la mención de un precepto que es uno de los pilares del judaísmo y de nuestra institución, Tikun Olam, que significa curar o mejorar el mundo, y nos habla de la responsabilidad que tenemos cada uno de nosotros de dejar un mundo mejor del que encontramos al nacer.

¡Hagámonos responsables de nuestro mundo!

¡Hagamos milagros con la fuerza de nuestros sentimientos y emociones!

Convenio Keren Kayemet LeIsrael-Colegio de Posgraduados

Tu Bishvat a través de los ojos de KKL