De ninguna manera quiero comparar las acciones del presidente de los Estados Rusos, con Adolf Hitler, dictador de la Alemania nazi desde 1933 hasta la derrota en 1945. “Jas ve jalila”. Sería una violación a las leyes más elementales de los valores humanos.
Vladimir Putin es el presidente de Rusia y aparentemente goza de la simpatía de la mayoría de los pueblos rusos. Los ucranianos son nacionalistas y van a defender su independencia.
La anexión de Crimea fue hecha en violación de las leyes democráticas de respeto al derecho de los pueblos. Esto incluye el derecho a la independencia.
No sabemos cómo va a terminar el problema de Crimea. Probablemente se va a dar como un hecho consumado, como se hizo en el caso de la anexión de Austria en marzo de 1938. Para nosotros, Ucrania es el territorio donde se situó el “Pale of settlement”, territorios para el asentamiento de poblaciones judías. Este decreto fue proclamado por la Zarina Yekaterina en 1791. Rápidamente aumentó la población judía en Ucrania por las facilidades ofrecidas que incluían ejercer la agricultura. Fue la zona en que se establecieron la mayoría de los “Shtetlaj”, pequeñas aldeas con población mayoritaria de judíos.
Desde luego, la población judía tenía que aguantar las frecuentes incursiones de los cosacos, mercenarios del zar, que destruían e incendiaban y en algunos casos, violaban a las mujeres. Durante la Segunda Guerra Mundial, muchos ucranianos se ofrecieron a entrar en unidades militares alemanas para luchar contra la Unión Soviética, inclusive se formó una división organizada y comandada por el General Andrey Andreyevich Vlasov.
Los alemanes reclutaron ucranianos para formar unidades que guardaban los Campos de Concentración (K´Z´), los ghettos y la mayoría de los campos de trabajo en Polonia, entre 1941 y 1944.
Esta fue nuestra experiencia durante la Segunda Guerra Mundial. Hoy todavía vive una pequeña población judía en ciudades como Kiev, Jarkov, Odessa y L´vov.